ANNUAL 1921

En esta versión adaptada para los móviles de “Annual 1921” se han suprimido varias imágenes. Para una mejor experiencia visual se recomienda el ordenador o la tablet.

Fotografía de Monte Arruit por Alfonso, publicada en La Esfera en noviembre de 1921

Se cumplen 100 años de lo que la historiografía ha llamado “desastre de Annual”, una expresión que apareció en la prensa española ya en agosto de 1921, pocos días después de los sucesos cuyo centenario ahora se conmemora y que supusieron la total destrucción de las tropas de la Comandancia Militar de Melilla durante la operación dirigida hacia la bahía de Alhucemas, punto vital para establecer contacto entre las zonas oriental y occidental del Protectorado español de Marruecos.  

La fatal combinación entre las decisiones estratégicas de los mandos, la situación de las tropas y otros factores, desembocó en un desastre de enormes proporciones, frente a la rebelión del caudillo rifeño Abdelkrim, que se hizo con el control del Rif y asedió Melilla, poniéndola en peligro.

Miles de soldados muertos (*), cientos de heridos y más de quinientos cautivos fue el trágico balance de la campaña. 

Los sucesos desencadenaron en la Península una ola de indignación contra la guerra, en la que la movilización de reservistas ya había provocado importantes protestas, condicionó el devenir político del siglo XX español, pues terminó de deteriorar el régimen de la Restauración y propició el golpe de Estado de Miguel Primo de Rivera. 

(*) La cifra de muertos no ha sido posible calcularla. El Expediente Picasso habla de 13.000, pero su trabajo se basa en estadillos hechos a posteriori. El cálculo más ajustado da como cifra máxima 7.915. Fue realizado por el coronel de Artillería Fernando Caballero Poveda y publicado en la Revista Ejército nº 522 en julio de 1983, bajo el títuloMarruecos. La campaña de 1921. Cifras reales, págs. 81-94

La Comandancia General de Melilla y otras fuerzas del Ejército español en el Norte de África, extraídas del  Anuario Militar de España. Año 1921.  

(cc) Biblioteca Digital Hispánica, Biblioteca Nacional de España

Comparativa del mapa histórico, con las referencias a los lugares en los que se desarrollaron los acontecimientos de 1921, con la cartografía actual ofrecida por la tecnología Google Maps.  Situando y moviendo el cursor sobre la pestaña, permite ubicar, a la misma escala, las posiciones militares del frente. 

Este mapa de 1921, y los fragmentos del mismo que ilustran la cronología, fue publicado en: Rodríguez de Viguri y Seoane, L., La retirada de Annual y el asedio de Monte Arruit, Madrid, Sucesores de Rivadeneyra, 1924.

CRONOLOGÍA

Detalle de una tienda de campaña del campamento de Zeluán, 1921. Autor: Narciso Pérez de Guzmán el Bueno y Salabert. Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno.

Sidi Dris

CRONOLOGÍA

15 de enero de 1921

El ejército español entra en Annual

En el marco de las operaciones dirigidas a someter a las sublevadas tribus rifeñas, lideradas por Abdelkrim, el 15 de enero de 1921, el comandante general de Melilla, Manuel Fernández Silvestre, tras ocupar un extenso territorio al oeste de Melilla, entra con el grueso de su columna (una brigada que reunía unos 3.000 efectivos) en la hoya de Annual, donde instala su centro de operaciones.

La decisión táctica de establecer su nuevo centro de operaciones tan lejos de Melilla, que era su base logística, de la que se encuentra a 106 km. por pésima carretera, es muy discutida y solo se justifica en su empeño de alcanzar la posición clave de Alhucemas. 

El enclave de Annual presenta otros inconvenientes, como su emplazamiento en una depresión geográfica rodeada de alturas propicias a las emboscadas, inserta en un territorio controlado por tribus hostiles al avance español y su lejanía a la aguada (DLE 2. f. Sitio en que hay agua potable, y a propósito para surtirse de ella) más cercana.

15 de febrero de 1921

Ante la tentación de la cercanía de Alhucemas, Silvestre planea una maniobra ofensiva desproporcionada a sus medios y recursos.  

El teniente coronel Fidel Dávila Arrondo le aconseja detener las operaciones y dedicar todas las fuerzas disponibles a consolidar el dominio del territorio ocupado. Otros mandos, en la misma línea de opinión, consideran conveniente esperar a contar con más hombres, armas y recursos en general. 

10 de marzo de 1921

Silvestre comunica los detalles de su plan a Dámaso Berenguer, alto comisario de España en Marruecos, cargo que llevaba aparejado el mando sobre todas las fuerzas militares desplegadas en el Protectorado. Berenguer aprecia aspectos positivos (la penetración por la costa) y advierte algunos riesgos (la extensión del frente) en el proyecto, por lo que decide estudiarlo sobre el terreno. 

12 de marzo de 1921

A esa fecha, el dispositivo español en la demarcación de Melilla está formado por una red de 135 posiciones, defendidas por unos 14.000 hombres, de los que unos 9.000 constituyen la masa de maniobra del general Silvestre. Aparte de estos efectivos, hay unas escasas reservas desplegadas de manera dispersa. El total de la fuerza española en Marruecos asciende a 19.923 hombres frente a los 95.000 que Francia mantiene repartidos en la mitad de posiciones en su zona de Protectorado. 

22 de marzo de 1921

La Junta de Defensa del Reino desestima la adquisición de grandes partidas de material de guerra para el desasistido Ejército de África. 

1 de junio de 1921

Tras rechazar otras alternativas, como la propuesta por el teniente coronel Ricardo Fernández Tamarit, para atacar el Rif desde el interior (a través del collado de Busfedauen), Silvestre insiste en su empeño de avanzar por la costa y desestima las advertencias contrarias a su plan. 

El Combate de Abarrán 

La columna del comandante Jesús Juan Villar Alvarado instala una posición en Abarránuna montaña del Rif situada a 525 metros de altura, a 9 km en línea recta de Annual. Ese mismo día, nada más retirarse la columna, el destacamento que la ocupa al mando del capitán Salafranca,  es atacado por las tropas rifeñas. Se pierde la batería de artillería de 4 cañones, mueren 24 españoles (cuatro de los cinco oficiales) y 59 resultan heridos. Este episodio, conocido como el Combate de Abarrán constituye el primer ataque rifeño en la campaña que dio origen a la derrota de Annual.

5 de junio de 1921

La entrevista de Sidi Dris 

Berenguer y Silvestre se entrevistan en el crucero Princesa de Asturias a la altura de Sidi Dris, una playa de la costa norte de Marruecos situada entre Melilla y la bahía de Alhucemas, en la margen izquierda del río Amekran. 

En el encuentro intercambian un acalorado cruce de reproches, sin que esto conlleve ningún cambio en la estrategia. Berenguer niega a Silvestre cualquier tipo de refuerzo. 

7 de junio de 1921

Se establece la posición de Igueriben 

Silvestre da orden de fortificar una posición muy en vanguardia a unos siete kilómetros al sur de AnnualIgueriben. Lejos de cualquier aguada, con la más próxima a cuatro kilómetros y medio, se necesitarían varias semanas de trabajo para asegurar el emplazamiento, dotarlo de pozo y artillería suficiente para garantizar su seguridad. 

14 de julio de 1921

La posición de Igueriben, mandada por el comandante Julio Benítez Benítez, es atacada por vez primera el 14 de julio. Desde ese momento sufre continuos ataques que le impiden aprovisionarse de agua, encontrándose desde entonces sitiada y en condiciones angustiosas tras producirse varios intentos infructuosos de hacer llegar un convoy con víveres y agua.  Solamente consiguió romper el cerco un convoy escoltado por el Escuadrón de Regulares al mando del capitán Joaquín Cebollino Von Lindeman.

17 de julio de 1921

Los rifeños inician el ataque definitivo que cierra el cerco a la posición de Igueriben. El agua se acaba. 

18 de julio de 1921

Desde el día 18 la posición de Igueriben es batida por dos piezas de artillería, que causan numerosas bajas en su guarnición. 

19 de julio de 1921

El día 19 se intenta hacer llegar a Igueriben un nuevo convoy de ayuda desde Annual, pero, a pesar de la actuación heroica del teniente artillero Nogués, la acción fracasa debido a la superioridad numérica de los rifeños. En ese día, la guarnición había sufrido ya cuarenta bajas, producidas por el fuego enemigo, y hay entre los defensores bastantes enfermos por falta de agua y los efectos de un sol abrasador, ya que toda la guarnición se halla en el parapeto para rechazar los continuos ataques del enemigo. 

20 de julio de 1921

El general Fernández Silvestre toma conciencia de la gravedad de la situación y moviliza a la columna del coronel Silverio Araujo Torres, que se concentraba entonces en Kandussi, para que refuerce su flanco derecho, pero su ayuda nunca llegará. 

21 de julio de 1921

Derrota de Igueriben 

Agotados todos los recursos de la defensa y ordenada la evacuación por el general Navarro (previa destrucción de cuanto pudiera aprovechar el enemigo), la guarnición de Igueriben comienza el día 21 su retirada hacia Annual. La evacuación se lleva a cabo en grupos mandados por oficiales que sufren cuantiosas bajas, la mayor parte entre las alambradas y el parapeto. De los cerca de 300 hombres de Igueriben, solo sobreviven 33. 

  

Annual 

La situación en Annual había empezado, de igual forma, a ser insostenible. Allí se habían concentrado todas las fuerzas disponibles de la Comandancia general de Melilla. Desgastadas física y moralmente, con las líneas de abastecimiento cortadas, escasos de munición y dificultades para conseguir la aguada, la tropa se mantenía a la espera de refuerzos, mientras observaban cómo sus adversarios aumentaban en número y agresividad. 

Tras recibir las noticias de la caída de Igueriben en una sola mañana, el desaliento y el desengaño calan en la tropa de Annual.    

En situación desesperada, la noche del 21 al 22 se suceden, con posturas enfrentadas, tres Consejos de Guerra en la tienda del general Silvestre.  

Silvestre cursa un radiograma a Berenguer a las 22:35 del día 21 de julio en el que propone un plan de evacuación por la costa que hubiera necesitado de cinco días como mínimo para poder organizarse. En una última maniobra se acuerda la retirada a la posición de Ben Tieb Silvestre, en sus mensajes radiofónicos a Tetuán y Ceuta, el día 21 comunica que ordena la evacuación con la consigna de reunirse posteriormente en Dar Drius 

Queda convenido que “todo se dejaría como estaba en el campamento” y se prohíbe a toda la oficialidad “llevar equipaje de mano”.

[dizo_image_hover button_url_new_window=»1″ module_link_url_new_window=»1″ admin_label=»Divi Image Hover» _builder_version=»4.9.7″ _module_preset=»default» global_colors_info=»{}»][/dizo_image_hover]

Maqueta de Igueriben.

Imagen tratada a partir de fotografía de Daniel Capilla

Dar Drius

[dizo_image_hover button_url_new_window=»1″ module_link_url_new_window=»1″ _builder_version=»4.9.7″ _module_preset=»default» global_colors_info=»{}»][/dizo_image_hover]
22 de julio de 1921

La Retirada

A las 4,55 horas del día 22 se recibe el último telegrama del general Silvestre, en el que anuncia que se repliega hacia Ben Tieb, si le es posible.  

Un automóvil evacúa al alferez de Caballería Fernández Silvestre, hijo del Comandante General, y -siguiendo las indicaciones de este último- el teniente de Ingenieros Arias Paz, junto con el cabo Las Heras, proceden a la destrucción de la estación de radiografía sin hilos (RTSH Telefunken), tras lo que consiguen abandonar el campamento en una motocicleta.

La retirada finalmente se produce de manera precipitada y caótica. En media hora se hace el desalojo del campamento. La cadena de mando queda deshecha. La evacuación, a los pocos centenares de metros de la salida, se transforma en fuga para la mayoría.

Desde la llanura de Annual, en la subida a Izumar, una cuesta con un barranco no demasiado profundo y un talud al otro lado, la confusión general aumenta, sin que luego en el descenso se pueda remediar la desbandada. Los 700 jinetes del Regimiento de Cazadores de Alcántara 14º de Caballería, al mando del teniente coronel Fernando Primo de Rivera y Orbaneja, se esfuerzan en cubrir la retirada y prestan toda la ayuda posible en acciones de flanqueo, y recogida de heridos.

La avalancha no se detiene en Ben Tieb y arrastra a su guarnición que abandona el campamento.

La cercana guarnición de Talilit a unos diez kilómetros al noreste de Annual, que estaba formada por unos doscientos hombres al mando del capitán Benigno Ferrer, el día 22 recibe la orden de replegarse sobre Sidi Dris, consiguiendo llegar tan sólo ochenta hombres. 

Sidi Dris 

La posición de Sidi Dris, mandada por el comandante Juan Velázquez y Gil de Arana estaba formada por unos trescientos cincuenta hombres, a los que se unieron los ochenta de Talilit, sufriendo a partir del día 22 el asedio enemigo mientras ven agotarse las municiones, el agua y los alimentos. 

La ayuda de la columna del General Navarro 

El general Navarro, segundo jefe de la Comandancia general de Melilla, llega a Dar Drius a media tarde del día 22, donde ya percibe la magnitud de la catástrofe. La desastrosa situación de las tropas que van llegando le decide a esperar la llegada de refuerzos. 

El alto comisario Berenguer, nada más recibir el telegrama de Silvestre, ordena al general Sanjurjo que concentre y embarque rápidamente todas las tropas disponibles de la Comandancia General de Ceuta para defender Melilla, lo que impediría la pérdida de esta ciudad.

24 de julio de 1921

Entre el 23 y el 24 se pierden las posiciones de Axdir, Azuz, Tunguntz, Nador de Beni, Ulixek y Halaut. 

El día 24 se autoriza al comandante Velázquez y Gil de Arana, de la posición de Sidi Dris, a parlamentar o a evacuar la posición. Se decide por esto último. 

25 de julio de 1921

La matanza de Sidi Dris 

En Sidi Dris se inicia en la mañana del día 25 la evacuación hacia la playa, donde esperaban los buques Princesa de AsturiasLaya y Lauria para recoger a la tropa. Pero son tantas las bajas sufridas por los primeros en salir, que el comandante Velázquez y Gil de Arana, consciente de que no puede ser ayudado eficazmente por mar, suspende la evacuación y decide resistir hasta la muerte. La posición es finalmente asaltada, muriendo casi toda su guarnición. Consiguen salvarse tan sólo dieciséis hombres. 

La rendición de Araujo y matanza de Dar Quebdani  

Ese mismo día, la columna de Araujo, que había partido desde Kandussi para socorrer a Annual, se encuentra en Dar Quebdani con unos 1.000 hombres que llevaban dos días de asedio sin comer ni beber. El coronel Silverio Araujo Torres, después de haber perdido más de dos tercios de su fuerza y rechazar repetidas insinuaciones de rendición con promesas tentadoras, acuerda pagar 5.000 pesetas y rendir su fuerza sin disparar un solo tiro al jefe de la cábila de Beni Said que les tenía cercados. La columna de Dar Quebdani parlamentó y al entregar el armamento resultó criminalmente aniquilada: en total, casi mil hombres de la tropa y parte de la oficialidad. 

Araujo permaneció cautivo hasta enero de 1923. 

29 de julio de 1921

Al finalizar el mes de julio, entre los escasos reductos que ofrecieron resistencia y quedaron sitiados por el enemigo, solamente se sostienen las posiciones de NadorZeluán  y Monte Arruit 

La columna de retirada del general Navarro llega a Monte Arruit 

La columna de retirada del general Navarro, procedente de Annual, que había reagrupado a los fugitivos y transportaba más de 250 heridos y enfermos, había recorrido un vía crucis de 25 Km, (Tistutin-Batel-Arruit). Sin artillería y sin apenas comida ni municiones habían sido atacados por todos lados. En su agónica travesía, resultó esencial la labor del Regimiento de Cazadores de Alcántara, que consiguió proteger el camino entre Uestia y abrir paso en el cauce seco del río Igan para que la columna lograse su retirada hacia Batel y Tistutin.

Ya cerca de Monte Arruit, donde todos creían ver su salvación, un irrefrenable deseo de llegar rompe ya los endebles lazos de disciplina. Se abandonan las piezas de artillería y hasta a los heridos para entrar desordenadamente en la posición, bajo el fuego de un enemigo muy numeroso.

De los cerca de setecientos hombres que componían los escuadrones, solamente llegan ilesos alrededor de setenta a Monte Arruit, donde unos tres mil hombres quedan, desde ese día, 29 de julio, amparados bajo el mando del recién llegado general Navarro.

El general Silvestre con el general Navarro

Sidi Dris (imagen posterior)

Nador

Zeluan

Dar Quebdani

Monte Arruit

Monte Arruit

Monte Arruit

2 de agosto de 1921

En Nador, el destacamento que mandaba el teniente coronel Pardo Agudín, se había concentrado en la defensa de la fábrica de harinas hasta que el 2 de agosto, luego de nueve días de asedio, los últimos sin agua ni apenas víveres, capitulan sus defensores. A los 176 supervivientes les es permitido llegar al Atalayón. 

En la resistencia de Monte Arruit, es especialmente duro el combate del 2 de agosto, en el que los ‘rifeños’ dejan sesenta cadáveres ante la Puerta del Arco. 

3 de agosto de 1921

La alcazaba y el aeródromo de Zeluán se encontraban aislados entre sí. El aeródromo se encontraba rodeado por gran número de rifeños que, desde una loma próxima, le dominaban con su fuego. La guarnición, que se había defendido con bravura, cae finalmente el día 3 de agosto. 

Ese mismo día, la ciudad de Melilla planifica la defensa, creando una línea fortificada en torno al casco urbano. 

4 de agosto de 1921

La alcazaba de Zeluan se rinde y la mayor parte de los españoles son asesinados.  

Desde la península, el ministro de Marina, Fernández Prida, se opone a la compra de dos barcazas y el envío del acorazado Alfonso XIII para la operación de rescate de la tropa que resiste en Monte Arruit propuesta por Berenguer. Su inacción supuso una condena a muerte a los 3000 hombres que fallecerían en los siguientes días. 

El Expediente Picasso 

Ese mismo día, a instancias del alto comisario Dámaso Berenguer, el vizconde de Eza, ministro de la Guerra, nombra por Real Orden al general de división Juan Picasso González, miembro del Consejo Superior de Guerra y Marina, para que investigue en la plaza de Melilla los hechos ocurridos en Annual, a fin de delimitar responsabilidades militares. El informe se conocerá como Expediente Picasso. Para tal fin, Picasso, como juez instructor, fue auxiliado como secretario por el auditor de Brigada Juan Martínez de la Vega y Zegrí. 

6 de agosto de 1921

Rendición de Monte Arruit 

En Melilla, un Consejo de Guerra (generales Berenguer, Cabanellas, Cavalcanti, Fresneda, Neila y Sanjurjo, más el coronel Gómez-Jordana, jefe de Estado Mayor de Berenguer) asume que no es posible socorrer a Navarro y los cercados en Monte Arruit. En la reunión “con unanimidad absoluta y sin la menor reserva manifestaron no encontrar, en el plazo brevísimo que hubiera sido menester para que resultara eficaz, medio hábil de realizar acción alguna militar para socorrer a la columna del general Navarro, aunque ello constituyera para todos los reunidos el máximo sacrificio que podían rendir a su Patria”.  [en Acta de la reunión del alto comisario de España en Marruecos con los generales y jefes para tratar sobre la posible ayuda al general Felipe Navarro en Monte Arruit, Archivo Histórico Nacional, FC-Tribunal_Supremo_Reservado, Exp.51, núm.3, fols.981-982] 

El general Navarro es autorizado a pactar la rendición. 

8-9 de agosto de 1921

Masacre de Monte Arruit 

Tras pactar la entrega de la plaza, sitiada, sometida a un constante fuego de artillería y agotadas sus provisiones, la guarnición española de Monte Arruit  es masacrada por los rifeños. Sobre los restos del campamento quedan quedan miles de cadáveres, que permanecen insepultos durante meses.  

Dos mil quinientos hombres (la quinta parte de ellos mutilados o enfermos) que quedaban con vida de la cercada columna Navarro, rindieron sus armas y fueron aniquilados. 

Tan solo 69 hombres salvaron la vida de los 3.017 que había cuando se inició el asedio. 

Fundacion Annual_ Fundación Tatiana Pérez de Guzman

Cadáveres en Monte Arruit, 1921.  Fotografía (inédita). Narciso Pérez de Guzmán el Bueno y Salabert.

13 de agosto de 1921

Se inicia en Melilla la instrucción del Expediente Picasso, que reunirá en dos piezas todas las informaciones y documentos relativos a los hechos. 

17 de agosto de 1921

Comienza en Melilla la primera de las contraofensivas a cargo de unidades del Tercio y de Regulares, que ese mismo día ocupan ya Nador.  El las siguientes semanas se retoma la mayor parte de la zona sudoeste, incluyendo Monte Arruit, recuperado el 24 de octubre, seis semanas después de su pérdida. 

24 de octubre de 1921

Las columnas de Cabanellas y Sanjurjo entran en Arruit, convertido en un cementerio al raso, de un ejército ajusticiado. En el interior de la posición y en sus accesos se encuentran tres mil hombres momificados.  

Manuel Luque, cronista y fotógrafo de El Diario de Barcelona, y Alfonso (Sánchez Portela), inmortalizan el abrumador escenario. En una de las fotografías se ve al general Berenguer, con algodones en la nariz y tapándose la boca, ante el hedor de los cadáveres abandonados.  

22 de enero de 1922

Comienzan las negociaciones del Gobierno español con Abdelkrim para lograr el rescate de los prisioneros hechos tras la derrota de Annual. La liberación no se hará efectiva hasta el año siguiente. 

18 de abril de 1922

El general de división Juan Picasso, envía su Expediente completado al Ministerio de la Guerra, con un total de 2418 folios que reúnen un resumen final de toda la información gubernativa. El contenido se limita a estudiar técnicamente las operaciones militares que habían conducido al desastre, y soslaya, a propósito, los aspectos políticos del problema.  

21 de abril de 1922

Se remite Real Orden Comunicada del Ministerio de la Guerra al Consejo Supremo de Guerra y Marina para que, en base al Expediente Picasso, el fiscal militar elabore un dictamen. 

28 de junio de 1922

El dictamen del fiscal militar sirve para que el Consejo Supremo de Guerra y Marina acuerde la formación de varias causas para depurar las responsabilidades de los hechos ocurridos, adjuntándose la información gubernativa de Picasso como antecedente en la instrucción de estos procesos. 

7 de diciembre de 1922

La polémica sobre las responsabilidades de Annual provocó el 7 de diciembre de 1922 la caída del Gobierno conservador de Sánchez Guerra, al que siguió el de concentración liberal presidido por Manuel García Prieto, último constitucional de la monarquía de Alfonso XIII.  

27 de enero de 1923

Llegan a Melilla los 326 ex cautivos españoles liberados en Axdir. Ni Alfonso XIII, ni el jefe de Gobierno (García Prieto), ni ninguno de sus ministros, ni militar alguno con graduación superior a general de brigada, están en los muelles para recibirles. 

Guerreros con Abdelkrim, en el Rif oriental, Agence Rol 1922. Fuente: Gallica

VIDAS

Bajo cada letra, se alfabetizan -extraídos del Diccionario Biográfico– los personajes que vivieron o revivieron aquellos sucesos. Pulsando sobre el nombre de cada uno en azul, se accede a sus biografías completas, de las que se han tomado las líneas que se muestran.

En VIDAS se presentan todos aquellos personajes españoles cuyas vidas se vieron afectadas directamente, en mayor o menor medida, por los sucesos del Desastre de Annual. No se recogen otros personajes protagonistas de la Guerra del Rif, más allá de este periodo que va de julio a agosto de 1921. 

Abdelkader Hach Tieb. Imharchen Abduna (Marruecos), VII.1870 – Beni Sicar (Marruecos), 9.XII.1950. Jefe rifeño. 

“[…] colaboró estrechamente con las autoridades españolas, primero en las sucesivas campañas de penetración y posteriormente en el establecimiento del protectorado en la Zona Norte de Marruecos. Con ocasión del llamado desastre de Annual, en julio de 1921, Abdelkader se negó a secundar las órdenes del jefe rifeño Mohammed ben Abdelkrim el Jatabi, oponiéndose a su avance hacia Melilla, dando tiempo con ello a que en la ciudad se acumularan tropas suficientes para impedir una posible entrada de las harkas rifeñas. En enero de 1925 fue nombrado delegado del gran visir para la zona oriental del Protectorado de España en Marruecos.” 

Abdelkrim, Mohammed b. El Jattabi. Axdir (Marruecos), 1883 – El Cairo (Egipto), 5.II.1963. Insurrecto, periodista, político.  

“La rebelión rifeña que estalló en 1921, aprovechando los fallos organizativos y tácticos del general Fernández Silvestre, muerto y desaparecido en la resonante derrota de Annual, que costó a España más de diez mil bajas y el hundimiento de la Comandancia de Melilla, constituyó el gran momento de Abdelkrim, cuyas hordas aplastaron las últimas defensas de Melilla en Nador y Monte Arruit, y a punto estuvieron de asaltar la capital del Rif. Pero reorganizadas en ésta, las fuerzas militares españolas, en las que destacaría ahora la llamada Legión Extranjera, recién creada por Millán Astray, se inició desde Melilla una lenta reconquista, llevada con prudencia y éxito por el alto comisario, general Berenguer, que devolvió a España las posiciones perdidas hasta alcanzar Drius (1922); sin embargo, a partir de ese momento, el frente quedó estabilizado, dadas las vacilaciones de los gobiernos de Madrid, agudizadas por el llamado Expediente Picasso (nombre del general que lo instruyó), a la búsqueda de responsabilidades por el Desastre, que afectaron al propio Berenguer. Abdelkrim, por su parte, proclamó la llamada ‘República del Rif’ amenazando la unidad de Marruecos, y reforzó sus medios bélicos con el rescate pagado por España para liberar a los prisioneros de Monte Arruit.” 

Aguilar de Mera, Leopoldo. Sigüenza (Guadalajara), 6.X.1898 – Marruecos, 25.VII.1921. Militar, escritor y poeta. 

“El 22, fuerzas enemigas atacaron Annual, dando el general Silvestre la orden de retirada a la línea Ben Tieb-Beni Said. 

La posición de Sidi Dris, mandada por el comandante Juan Velázquez y Gil de Arana estaba formada por unos trescientos cincuenta hombres, a los que se unieron los ochenta de Talilit, sufriendo a partir del día 22 el asedio enemigo, faltando enseguida las municiones, agua y alimentos, por lo que el día 24 se le autorizó al comandante Velázquez a parlamentar o a evacuar la posición. Se decidió por esto último, iniciándose en la mañana del día 25 la salida hacia la playa, donde esperaban los buques Princesa de Asturias, Laya y Lauria para recogerlos. Pero fueron tantas las bajas sufridas por los primeros en salir, que Velázquez suspendió la evacuación y decidió resistir hasta la muerte. En este intento perdió la vida el teniente Leopoldo Aguilar de Mera, quien cayó entre la alambrada de la posición y el parapeto. Sidi Dris caería poco después, consiguiendo salvarse tan sólo dieciséis hombres. 

Parece ser que un amigo, el rifeño Dris Ben Said, poeta como él, dio sepultura a sus restos, que el 1 de julio de 1926 serían trasladados, junto con los de su hermano José, al cementerio municipal de la Purísima Concepción, de Melilla.” 

Aguilera y Egea, Francisco de. Ciudad Real, 21.XII.1857 – Madrid, 20.V.1931. Capitán general del Ejército, ministro de la Guerra, senador vitalicio. 

“A principios de junio de 1921 falleció el capitán general Fernando Primo de Rivera, presidente del Consejo Supremo de Guerra y Marina. Al exigir la tradición que el cargo lo ocupara el más antiguo de los tenientes generales, pasó a desempeñarlo Aguilera, apenas un mes antes de que se produjera la debacle de Annual y el posterior hundimiento de la Comandancia General de Melilla. Esta circunstancia fue el origen de todas sus desdichas posteriores, al verse directamente implicado en la tramitación de las responsabilidades derivadas del desastre rifeño.” 

Alba y Bonifaz, Santiago. Zamora, 23.XII.1872 – San Sebastián (Guipúzcoa), 7.IV.1949. Político y abogado. 

“Con este fin logró que el Gobierno nombrara por vez primera a un civil —el albista Luis Silvela— como alto comisario en Marruecos. También irritó a los africanistas cuando, con la mediación del millonario republicano Horacio Echevarrieta, negoció con Abdelkrim el pago de un rescate por los centenares de prisioneros que aún custodiaban los rebeldes rifeños tras el desastre de Annual. La transacción indignó a muchos militares que buscaban la redención de la derrota en la liberación de los presos por las armas.” 

Albornoz y Liminiana, Álvaro de. Luarca (Asturias), 13.VI.1879 – Ciudad de México (México), 22.X.1954. Abogado, político y escritor. 

“[…] en 1921, cuando el desastre de Annual (Marruecos), donde perdieron la vida diez mil soldados españoles, es Albornoz quien inicia la campaña de exigencia de responsabilidades desde la tribuna del Ateneo de Madrid.” 

Alfonso XIIIMadrid, 17.V.1886 – Roma (Italia), 28.II.1941. Rey de España.  

“La imprudencia e imprevisión del comandante general de Melilla, Fernández Silvestre, en su empeño de alcanzar la posición clave de Alhucemas, provocaron (julio de 1921) un desastre de enormes proporciones (Annual), frente a la rebelión del caudillo rifeño Abdelkrim. […] La apertura del llamado ‘expediente Picasso’ (por el general que lo instruyó), para fijar las responsabilidades derivadas del Desastre —que el socialista Indalecio Prieto se esforzó en que salpicaran al propio Rey— fue un ingrediente más de la inestabilidad generalizada […]” 

Alzugaray Goicoechea, Emilio. Pamplona (Navarra), 5.X.1880 – Deyme (Toulouse, Francia), 2.I.1944. Ingeniero del Ejército, arquitecto y militar. 

“Reingresado en el Ejército, con el grado de comandante, participa en los sucesos del Desastre de Annual, siendo procesado por su actuación en ellos y encarcelado en Melilla.” 

Amador Asín, Enrique. Alicante, 22.VIII.1880 – Marruecos, 25.VII.1921. Militar y caballero Laureado de San Fernando. 

“Habiéndosele ordenado en el mes de julio de 1921 defender con su compañía la casa de Hami Boasa, en la población de Dar Quebdani, sufrió duros ataques del enemigo, muy superior en número, llegando varias veces al cuerpo a cuerpo, hasta que el día 25, después de perder más de los dos tercios de su fuerza y rechazar repetidas insinuaciones de rendición con promesas tentadoras para hombres que llevaban dos días sin comer ni beber, dando siempre ejemplo de valor y heroísmo, cayó mortalmente herido, poniendo a gran altura el honor de las armas. Su cadáver no pudo ser identificado.” 

Angoloti Mesa, Carmen. Duquesa consorte de la Victoria (III), Condesa consorte de Luchana (III). Madrid, 7.IX.1875 – 4.XI.1959. Dama enfermera de la Cruz Roja. 

“En 1921, Carmen Angoloti se encontraba veraneando en San Sebastián, igual que la Reina, cuando llegó la noticia del denominado Desastre de Annual, una batalla en el contexto del conflicto del Rif que había supuesto la pérdida de cuantiosas vidas en el ejército español. Victoria Eugenia, como Jefa Suprema de las enfermeras de Cruz Roja, decidió entonces enviar a Melilla a un equipo de tres Damas Enfermeras, cinco Hijas de la Caridad, y tres Enfermeras Profesionales (por aquel entonces sin titulación de Cruz Roja). Al frente de este equipo, la Reina puso a su amiga Carmen Angoloti pronunciando las palabras, según su sobrino y biógrafo: ‘Vete allí y verás lo que puedes hacer […]’. 

Su gran labor en la campaña de Annual la hizo merecedora de numerosos homenajes, recibiendo varias condecoraciones (Gran Cruz De la Beneficencia, la Cruz Roja al Mérito militar, medalla de oro en la Cruz Roja Italiana y la Francesa, Medalla de honor en Perú, Lisboa,…) y distinciones (Hija predilecta de Madrid, Hija adoptiva de varios ayuntamientos,…), e incluso se erigieron dos monumentos conmemorativos en su honor, uno en la fachada del Hospital San José y Santa Adela, inaugurado en Madrid el 30 de junio de 1925; y otro en el Parque Genovés de Cádiz, inaugurado el 24 de noviembre del mismo año.” 

Arenas Gaspar, Félix. El capitán Arenas. Puerto Rico, 13.XII.1891 – Monte Arruit (Marruecos), 29.VII.1921. Militar, capitán de Ingenieros, héroe.  

“Cuando se produjo el derrumbe de la comandancia de Melilla el 23 de julio de 1921, a consecuencia del ‘Desastre de Annual’, se presentó voluntariamente en la estación de Tistutín, a la que defendió con los pocos hombres que pudo reunir, hasta que terminó la evacuación de la misma. Con posterioridad, tomaba espontáneamente el mando de la retaguardia de la columna, conteniendo al enemigo hasta la madrugada del día 29. En ese momento, el general Navarro ordenó la retirada de las tropas españolas a Monte Arruit. El capitán Arenas solicitó voluntariamente el mando del núcleo de retaguardia, formado por unos 200 hombres; con él se quedó el capitán de infantería Aguirre. Finalizada la evacuación del grueso de la columna, los capitanes Arenas y Aguirre iniciaban la contención del enemigo. Arenas dirigió con serenidad las operaciones de retirada hacia el valle, siempre en el puesto de mayor peligro, y logró que el total de la columna entrara en la posición de Monte Arruit, sosteniendo una dura lucha contra un enemigo muy numeroso. Muy cerca de Monte Arruit, y prácticamente encima del grueso, los miembros de la retaguardia quedaron rodeados por el enemigo. En medio del combate, el alférez Maroto cayó herido, el capitán Aguirre se lo cargó al hombro y logró entrar en Monte Arruit con el resto de su tropa. 

Detrás quedaba el capitán Arenas. La batería del capitán Blanco está a punto de ser tomada por el enemigo. Blanco pretende defender los cañones, pero sus soldados le arrollaron. De pronto surgió el capitán Arenas, dispuesto a defender los cañones con su vida. El capitán se defiende a la desesperada, cayendo finalmente muerto de un tiro en la cabeza. Por su heroica actuación, fue recompensado con la Cruz Laureada de San Fernando a título póstumo concedida por Real orden de 18 de noviembre de 1924, Diario Oficial núm. 260.” 

Arias Paz y Guitián, Manuel. La Coruña, 17.V.1899 – Madrid, 23.VI.1965. Militar y escritor, científico y coronel de Ingenieros. 

“El despliegue de las unidades en el territorio, le obligaba realizar en numerosas ocasiones el montaje y servicio de las transmisiones bajo fuego enemigo. En junio de ese crítico año de 1921 (desastre de Annual) organizaba una columna de socorro para Igueriben. Fue precisamente en Monte Arruít donde, bajo su mando, se emplearon por primera vez en el ejército español las estaciones de radio.” 

Asensio Cabanillas, Carlos. Madrid, 14.XI.1896 – 27.IV.1970. Teniente general del Ejército, ministro del Ejército, jefe del Alto Estado Mayor, jefe del Estado Mayor Central, jefe de la Casa Militar del Jefe del Estado, alto comisario de España en Marruecos, consejero del Reino, consejero nacional del Movimiento, procurador en Cortes, Medalla Militar individual. 

“Durante el segundo semestre de 1920 y primero de 1921, al mando de la Compañía de Ametralladoras del II Tabor de su Grupo, intervino en el ciclo de operaciones que conduciría al desastre de Annual. Se hallaba en este punto cuando, el 21 de julio de 1921, la posición fue atacada por las tropas de Abdelkrim, encargándose con sus máquinas de proteger la penosa retirada del grueso de las fuerzas.” 

Aymat Mareca, José María. Barcelona, 21.X.1887 – Madrid, 22.VIII.1957. Aviador y escritor militar. 

“En enero de 1920 marcha a Marruecos para hacerse cargo del mando del Grupo de Escuadrillas de Tetuán. Su actividad no cesó y en este cargo voló y recorrió toda la zona, efectuando reconocimientos, bombardeos y apoyo a las columnas de operaciones realizadas durante 1921, por su pericia, por su competencia técnica y por sus reconocimientos fotográficos, que fueron de un valor incalculable en la preparación de los planes de operaciones.” 

Basallo Becerra, Francisco. Córdoba, 1893 – Zaragoza, 19.V.1985. Sargento de Infantería. 

Cuando la sublevación de AbdelKrim era sargento en la guarnición de Kandussi, y en el llamado Desastre de Annual fue uno de los pocos supervivientes de la matanza habida en Dar Quebdani. Hecho prisionero por los rifeños, el sargento Basallo se haría célebre por su excepcional ayuda a los quinientos ochenta y siete españoles cautivos. En enero de 1923 fue liberado y se le trató como a un héroe.

Beigbeder Atienza, Juan. Cartagena (Murcia), 31.III.1888 – Madrid, 5.VI.1957. General de Estado Mayor, ministro de Asuntos Exteriores y alto comisario en Marruecos. 

“Ascendido a comandante de Estado Mayor, con antigüedad de 14 noviembre de 1918, ocupó la plaza de ayudante del ministro de la Guerra, su antiguo jefe, el general Dámaso Berenguer, con quien continuó al ser nombrado alto comisario en Marruecos. Llegó a Tetuán el 2 de febrero de 1919 y seguía en el destino en el verano de 1921, al ocurrir el Desastre de Annual.” 

Benítez Benítez, Julio. El Burgo (Málaga), 17.VIII.1878 – Marruecos, 21.VII.1921. Militar y caballero laureado de San Fernando.  

“Entre los días 17 y 21 de julio de 1921 dirigió la defensa de Igueriben, no dejando un momento de alentar a la guarnición, elevando el espíritu de su tropa y dándole tan alto ejemplo de virtudes militares, que todos los supervivientes reconocieron que era el alma de la defensa, siendo su figura admirada por su bizarría por todos los defensores, que, desde el primer momento, depositaron fe ciega en su jefe. 

A partir del primer día, los ataques del enemigo no tuvieron ya interrupción un solo momento y, además, desde el día 18 la posición fue hostilizada por dos piezas de artillería, que produjeron bajas en las tropas. 

El día 19 se intentó llevar un convoy desde Annual, pero fracasó debido a la superioridad numérica del contrario. En ese día, la guarnición había sufrido ya cuarenta bajas, producidas por el fuego enemigo, y hubo entre los defensores bastantes enfermos por falta de agua y, principalmente, por tener que sufrir los efectos de un sol abrasador, ya que toda la guarnición se hallaba en el parapeto para rechazar los continuos ataques del enemigo. 

A pesar de que las penalidades producidas por la sed y los efectos del sol fueron en aumento, la guarnición supo soportarlas con gran disciplina por la confianza que le infundía su jefe, pero, agotados todos los recursos de la defensa y ordenada por el general Navarro que se evacuara la posición, previa destrucción de cuanto pudiera aprovechar el enemigo, dicha evacuación se llevó a cabo por grupos mandados por oficiales, siendo el comandante Benítez el último en abandonar la posición, resultando muerto entre las alambradas y el parapeto, donde cayó también la mayor parte de los que habían luchado tan bravamente contra el numeroso enemigo.” 

Berenguer Fusté, Dámaso. Conde de Xauen. San Juan de los Remedios (Cuba), 4.VIII.1873 – Madrid, 19.V.1953. Militar, ministro y presidente de Gobierno. 

“En situación desesperada, esa noche del 21 de julio los oficiales decidieron emprender una retirada general por sorpresa, tan caótica, que se transformó en una auténtica carnicería al día siguiente, porque perecieron miles de soldados y el propio general Silvestre, que se suicidó. El desmoronamiento de Annual, la principal base militar del Rif, auspició un levantamiento general de los rifeños y la deserción masiva de las tropas Regulares, por lo que todas las endebles barreras establecidas, los blocaos, entre Annual y Melilla, ni intentaron resistir siquiera: ‘¡El pánico lo dominaba todo!’, según frase del propio Berenguer en el Senado. El único intento de contener la avalancha de la guerrilla lo organizó el general Navarro, quien reagrupó a los fugitivos y resistió en monte Arruit desde el 29 de julio; pero sitiada la posición y sometida a fuego de artillería, al agotar sus provisiones, el 6 de agosto Berenguer autorizó la rendición, lo que no impidió que a los dos días, tras pactar la entrega, muchos españoles fueran pasados a cuchillo y los demás hechos prisioneros. Unos diez mil soldados muertos y ochocientos cautivos fue el trágico balance del desastre de la campaña del Rif emprendida por el general Silvestre. Y si el desastre no fue total se debió a que Berenguer, al sucumbir Annual, dio orden de embarcar rápidamente las tropas de Yebala para defender Melilla, a las que se sumaron las procedentes de Ceuta al mando del general Sanjurjo, lo que impidió la inminente caída de la ciudad.” 

Cabanellas Ferrer, Miguel. Cartagena (Murcia), 1.I.1872 – Málaga, 14.V.1938. Militar y político. 

“El 26 de julio de 1921 regresa a Melilla, donde vive de cerca el desastre de Annual. Su visión no puede ser más crítica: ‘El efectivo de los batallones era escaso; predominaban los reclutas en algunos de ellos con escasa instrucción y sin ningún entrenamiento. Las ametralladoras eran del sistema Colt, inútiles para campaña, y por no tener contingentes del tercer año de servicio, estas unidades no eran aptas para su empleo’. Interviene en las operaciones de reconquista, toma del Zoco de El Arba y avance sobre Zeluán y Monte Arruit. El terrible espectáculo que contempla provoca su firme reacción contra las Juntas Militares de Defensa —instrumento de presión que terminará abriendo una profunda sima en el seno del Ejército—: ‘Acabamos de ocupar Zeluán, donde hemos enterrado quinientos cadáveres de oficiales y soldados. El no tener el país unos millares de soldados organizados los hizo sucumbir. Ante estos cuadros de horror, no puedo menos de enviar a ustedes mi más dura censura. Creo a ustedes los primeros responsables, al ocuparse sólo de cominerías, desprestigiar al mando y alcanzar en los presupuestos aumentos de plantilla, sin preocuparse del material que aún no tenemos, ni de aumentar la eficacia de las unidades. Han vivido ustedes gracias a la cobardía de ciertas clases, que jamás compartí. Que la Historia y los deudos de estos mártires hagan con ustedes la justicia que merecen’. Será sumariado por los términos de esa carta e incluso se intentará relevarlo de su jurisdicción.” 

Carrillo Durán, José. Madrid, 23.V.1894 – El Fondalillo (Tetuán, Marruecos), 28.IX.1924. Aviador militar. 

“[…] volaron de Granada a Melilla. Antes de aterrizar sobrevolaron la línea de posiciones buscando la columna del general Navarro, que ese día llegaba, en retirada, a Monte Arruit. Al día siguiente, Manzaneque y Carrillo, único elemento aéreo disponible en la plaza, realizaron tres vuelos para aprovisionar Monte Arruit y Zeluán. El día 31 hicieron otros tres vuelos con el mismo fin. Dada la limitada capacidad del Bristol, unos cincuenta kilos de carga por vuelo, el efecto era principalmente moral. El lunes 1 de agosto, Manzaneque y Carrillo sobrevolaron el aeródromo para probar el lanzamiento de municiones con paracaídas, con buen resultado. Ese día, Carrillo realizó otro vuelo, esta vez pilotando el avión el capitán Fernández Mulero, para aprovisionar el aeródromo de Zeluán y Monte Arruit, arrojando siete sacos. En otro vuelo arrojaron tres sacos sobre la fábrica de harina de Nador. Fueron tiroteados y volvieron con dos impactos en las alas. 

El martes 2 aterrizó en el campo de la Hípica, preparado aceleradamente, una escuadrilla de cinco de Havilland DH.4 procedente de Tetuán y mandada por el capitán Sáenz de Buruaga. Inmediatamente, los recién llegados se entregaron a la penosa misión que hasta entonces realizara el solitario Bristol. Ese día, Carrillo hizo dos vuelos de aprovisionamiento. Desgraciadamente, Zeluán cayó al día siguiente y el martes 9 se perdió también Monte Arruit.” 

Cebollino von Lindeman, Joaquín. Madrid, 1.III.1889 – Burgos, 18.IV.1938. Coronel de Caballería, caballero laureado de la Real y Militar Orden de San Fernando. 

“El 17 de julio de 1921 recibió la orden de proteger un convoy de suministro a la posición de Igueriben, sitiada por un enemigo que no bajaría de mil quinientos hombres. El escuadrón del capitán Cebollino, compuesto por sesenta jinetes, se destacó de la fuerza protectora para escoltar el convoy en los tres últimos kilómetros. A pesar de la fuerza enemiga consiguió llegar a la posición, siendo el primero en alcanzarla, abrir la puerta de la alambrada y retirar los sacos terreros que obstruían el paso. Realizado su cometido, regresó con su escuadrón hasta el grueso de las fuerzas protectoras del convoy, rompiendo nuevamente el cerco enemigo y recogiendo todas las bajas habidas, siguiendo hasta Annual.” 

Dávila Arrondo, Fidel. Marqués de Dávila (I). Barcelona, 24.IV.1878 – Madrid 22.III.1962. Capitán general del Ejército.  

“El teniente coronel Dávila no estuvo en el Desastre de Annual. En diciembre de 1920 terminaban las operaciones que sometieron a las cabilas de Beni Uliser y Beni Said, las más importantes y belicosas de la Comandancia de Melilla. Sólo faltaba ocupar el puerto de Afrau para incluir toda la costa en el Protectorado, completando el control comercial interior y la seguridad confiada a España. 

Dávila, desde su sección de campaña, informaba, incluso por escrito, al general Silvestre, su comandante general, de que era preciso detener las operaciones, para ‘dedicar nuestra actividad y nuestras fuerzas, a consolidar el dominio del territorio ocupado aquel año’, y conseguir los créditos necesarios para prolongar la carretera de Dríus, hasta Tafersit, por un lado, y a Ben Tieb, por otro, así como la de Kadurrur, y también llevar el puente del río Kert al interior de Beni Said; pero, además, fomentar el comercio, pues se carecía de elementos básicos, porque ‘habíase rebasado el límite de elasticidad de la fuerza del Territorio’. 

Esta última frase era la clave del informe. 

La clara propuesta de Dávila era no dar un paso más; de ser atendida por el general Fernández Silvestre, quién sabe cómo se hubiera desarrollado todo. 

Pero el general Silvestre estaba obcecado en tomar Annual, como punto de partida indispensable para avanzar hasta Alhucemas, y el 15 de enero de 1921 lo ocupó sin que apareciese el enemigo, lo que se apresuró a comunicar a Dávila, queriendo demostrarle su acierto y dar un mentís a sus pronósticos. 

Dávila contestó asombrado, pero informaba al general de que, en consecuencia, habría que ocupar la posición de Sidi Dris, ‘mejor mañana que pasado, y hacer en ella una fuerte base’. Se le respondió: ‘Eso hay que madurarlo’, y Dávila insistió: ‘No era desconocida mi opinión adversa a nuevas operaciones, porque carecer de elementos y ser indispensable consolidar lo ocupado el año anterior; pero la toma de Anual nos impone ocupar Sidi Dris, haciendo de ella una base fuertemente enlazada con Annual; operación urgentísima, pues Annual, en sí, no era de gran preocupación’. 

Pese a ello, sólo se ocupó Sidi Dris el 12 de marzo, cuando la situación bélica lo hizo indispensable, y no como Dávila aconsejaba, sino creando una posición intermedia en Talilit, reforzada por las ‘A’ y ‘B’, y otra en Igueriben, para que proteger el camino de Annual a Sidi Dris siguiendo el curso del río Salab. Después de avanzar el 15 enero hasta Annual y el 15 de mayo hasta la costa de Sidi Dris, el 1 de junio se lograba ocupar el cerro de Abarrán. 

Los cabileños de Beni Urriaguel, soliviantados por Abd el Krim, iniciaron aquel mismo día el prólogo del célebre Desastre de Annual, atacando la posición de Abarrán —en oposición a la idea de Dávila— su accidental jefe de Estado Mayor, quien, agobiado por trabajos y disgustos, enfermó gravemente, ‘con un pie en el sepulcro’ pronosticado por tres médicos. El 9 de julio marchó a la Península con licencia de tres meses por enfermedad y fue despedido por el comandante general tras un homenaje de la Infantería y otro del Estado Mayor. Gozaba de alto prestigio entre los mandos, aunque apenas le conociesen los soldados. 

Una semana después se abandonó Igueriben, sin lograr socorrer a los cercados, lo que, según Dávila, fue ‘prueba de la ineptitud del mando’, culminada aquel 21 de julio de 1921 en el Desastre de Annual, como Dávila avisaba y trató de evitar, según el libro del marqués de Dávila sobre las notas de su padre, testigo excepcional de la campaña.” 

Echevarrieta Maruri, Horacio. Bilbao (Vizcaya), 15.IX.1870 – Baracaldo (Vizcaya), 21.V.1963. Empresario, diputado en Cortes. 

“En 1923 protagonizó las negociaciones con el dirigente rifeño Abd-el-Krim para la liberación de los prisioneros españoles que quedaban en sus manos tras el desastre de Annual de 1921. Alfonso XIII quiso recompensarle por esta labor concediéndole el título de marqués del Rescate, pero Horacio Echevarrieta lo rechazó alegando su ideología republicana.” 

Fernández Mulero, Pío. Yeste (Albacete), 17.VII.1888 – Albacete, 3.X.1936. Aviador militar. 

“Cuando tras la retirada de las tropas españolas en el verano de 1921, el enemigo se apoderó de casi todo el territorio conquistado, llegando a alcanzar los aledaños de la plaza de Melilla, el aeródromo de Zeluán —único que existía en la zona oriental— fue desbordado por los rifeños y, posteriormente, ocupado. La pérdida del aeródromo y la escuadrilla fue un duro golpe para Pío Mulero, no en el orden material, ya que del expediente que en consecuencia se abrió, salió su nombre limpio de cualquier anomalía, sino en el espiritual, ya que mientras estuvo pendiente de resolución dicho expediente, hubo de sufrir la incomprensión de algunos compañeros que, en el apasionado ambiente que se vivía aquel fatídico verano, veían poco airosa la figura de aquel capitán que había perdido su aeródromo y su escuadrilla, y sin embargo, no sólo fue declarado sin responsabilidad en ello, sino que además, luego del correspondiente juicio contradictorio, le fue concedida la Medalla Militar individual, por su actuación en el ataque realizado por su escuadrilla en Ben Tieb protegiendo la retirada el 19 de julio, dando pruebas de su bravura y acometividad, sirviendo de ejemplo a sus hombres, insistiendo en el ataque a los grupos enemigos, en vuelo a baja altura hasta lograr disolverlos, aunque su aparato recibió numerosos impactos y resultó herido su observador, capitán Montalt.” 

Fernández Silvestre, Manuel. Caney (Cuba), 16.XII.1871 – Annual (Marruecos), 22.VII.1921. General de división, comandante general de Melilla. 

“En abril ocupó una posición en Annual. El plan iba realizándose paso a paso, quedaba la divisoria entre los ríos Amekran y Necor, para desde allí organizar las columnas que tomarían Alhucemas. El 1 de julio ordenó ocupar una posición inmediata al cabo Quilates; se tomó, pero los rifeños a las pocas horas la reconquistaron, y murieron todos los defensores. 

En su obsesión por Alhucemas ni Silvestre ni Berenguer, que se entrevistaron el día 5, supieron interpretar el hecho, considerándolo como un simple revés aislado. 

Con obcecación, Silvestre siguió su plan y ordenó la construcción de un fortín situado cerca de Annual, Igueriben. El 17 de julio los rifeños iniciaron el ataque a la posición, que al día siguiente empezó a ceder. 

La retirada sobre Annual resultó trágica, el 19 se dio cuenta Silvestre de la gravedad de la situación, mas no supo, pese a su experiencia guerrera, qué medidas adoptar, pero lo más inconcebible es que todo un comandante general se situase en primera línea (Annual) con su Estado Mayor. 

El general, en sus mensajes radiofónicos a Tetuán y Ceuta, el día 21 comunicó que ordenaba la evacuación con la consigna de reunirse en Dar Drius y envió a su hijo Manolo, que estaba en la posición, con su coche oficial a Melilla. Dirigió personalmente el repliegue de las últimas unidades y, aunque le indicaron que se uniera a ellas, se negó. 

Un capitán, que fue el último en romper el cerco y también el último en verle con vida, contó que le rodeaban jefes y oficiales de su Estado Mayor mientras disparaban con las pistolas a los marroquíes. A las 4,55 horas del día 22 se recibió el último telegrama de Silvestre, en el cual anunciaba que se replegaba hacia Ben-Tieb, si le era posible. 

Hay dudas sobre si murió en el combate o se suicidó en su tienda, incluso existe la leyenda de que sobrevivió. 

Lo más seguro es que, de una u otra forma, pereció el militar con la carrera más brillante de su generación hasta que, por una promesa o por intentar emular los éxitos de Berenguer, o ambas cosas a la vez, no advirtió el sentido de la realidad. Esto le hizo perder la vida y, lo que es peor, la de muchos españoles. 

En el Expediente Picasso se calificó de temeraria su actuación y negligente la de Berenguer.” 

Flomesta Moya, Diego. Bullas (Murcia), 4.VIII.1890 – Melilla, 30.VI.1921. Teniente de Artillería. Laureado de San Fernando.

“[…] el Monte Abarrán fue atacado inesperadamente por los hostiles sin tener apenas tiempo para fortificarse, ordenando el Teniente Flomesta romper el fuego con espoleta a cero sobre los asaltantes. Al principio del combate resultó herido, continuando en la lucha, y sosteniendo la defensa del frente por donde atacaban mayoritariamente los enemigos. Tras morir el Capitán Salafranca Barrios, Flomesta asumió el mando de la posición animando y exhortando a la tropa continuamente a resistir hasta la muerte. Al agotar las 360 granadas de que disponía, inutilizó él mismo una de las piezas de artillería, ordenando hacer lo mismo con otras tres, imponiéndose a los indígenas que manifestaron resistencia a cumplir su mandato.

El combate duró menos de cuatro horas. En un principio, la harka amiga Tensamán intentó repeler el ataque rifeño pero, viendo su ímpetu y decsión, comenzaron a atacar también sobre la posición española. Lo mismo sucedió con la policía indígena que, asustada al ver el gran número de atacantes que se les venían encima, decidió volverse en buen número contra los españoles para lo que, en primer lugar, mataron al Capitán Huelva de un tiro en la cabeza. De esta forma, se quebró la defensa española de Abarrán.

La valentía y ejemplo del Teniente Flomesta le llevaron a ser considerado en la Historia del Arma de Artillería como un héroe, puesto que, aún herido y prisionero, se negó a entregar las piezas y mucho menos a enseñar al enemigo el manejo del material de artillería a su cargo. Resulta obligado acudir al Juicio Contradictorio para la concesión de la Laureada de San Fernando que se conserva en el Archivo General Militar de Segovia, para conocer el relato de los hechos acaecidos aquel día. Los interrogados confirmaron que el Teniente Diego Flomesta Moya fue herido por un rebote de un proyectil desde los primeros instantes del ataque, negándose a ser curado por los artilleros Ramis y Alonso que acudieron a auxiliarle.”

García Martín, Mariano. La Torre de Esteban Hambrán (Toledo), 21.VIII.1896 – Marruecos, 26.VII.1921. Cabo del Ejército y caballero laureado de San Fernando. 

“Cuando ya estaba propuesto para ser licenciado, el 22 de julio de 1921 fue cercada Afrau, que tuvo que ser abandonada cuatro días después, saliendo de la posición con el grueso de la fuerza y dando protección a uno de sus flancos. 

Durante la marcha y combate recibió una herida grave en el vientre, pero cuando trataron de recogerle se negó terminantemente, diciendo que, como estaba herido de muerte, tenían que continuar los demás su marcha y él con su fusil la protegería mientras pudiera. 

Después, un grupo de soldados que había quedado retrasado respecto al grueso de las fuerzas pretendió llevarle con él, negándose nuevamente y prometiéndoles seguir el fuego con su fusil para proteger su marcha, llegando por fin a su inmediación la fuerza de extrema retaguardia, que quiso recogerle también, pero se volvió a negar, diciéndoles que se pusieran ellos a salvo, que él seguiría haciendo fuego para cubrirles la retirada, pues estaba herido de muerte, y así continuó en su puesto hasta que sucumbió.” 

García Velázquez, Manuel. San Fernando (Cádiz), 27.I.1867 – Madrid, 16.X.1927. Marino. 

“[…] los graves sucesos de Annual (julio y agosto de 1921) le proporcionaron la ocasión de distinguirse de nuevo en el servicio, sobre todo en las operaciones de Mar Chica y la ocupación de Nador, en que mandó una flotilla de fuerzas sutiles que se mostró muy eficaz en los duros combates ocurridos entonces: el gran valor que mostró le valió la concesión de la Medalla Naval individual, por cierto, una de las primeras otorgadas.” 

Gómez Ulla, Mariano. Santiago de Compostela (La Coruña), 6.XI.1877 – Madrid, 24.XI.1945. Militar perteneciente al Cuerpo de Sanidad, médico y cirujano. 

“A lo largo del mes de julio de 1921, con el desastre de Annual, se acentuaba la pesadilla de Marruecos. En esos momentos Gómez Ulla se encontraba en Berlín y, al enterarse del revés sufrido por las tropas españolas, regresó a España y se incorporó al frente africano. Las primeras actuaciones de evacuación de heridos consistieron en habilitar barcos hospitales y pequeños grupos de asistencia en Tahuina, Xauen, Nador, Belgenseni, Gurugú, Larache, Alcázar, etc. Pero el gran éxito del doctor Gómez Ulla fue la creación de un hospital quirúrgico de montaña que pudiera instalarse en primera línea.” 

González Gil de Santibáñez, Arturo. Madrid, 28.V.1896 – Puerto de Guadarrama (Madrid), 24.VII.1936. Aviador e ingeniero militar. 

“[…] viajó en junio a Larache para formar parte de la 2.ª escuadrilla con la que realizó numerosos servicios contra las kábilas de las zonas occidental y oriental del Protectorado, distinguiéndose con los primeros vuelos y bombardeos nocturnos de la aviación española y el aprovisionamiento a Monte Arruit.” 

González-Regueral y Jové, José Antonio. León, 30.III.1892 – Valladolid, 21.V.1987. Militar y político. 

“En 1921 fue destinado de nuevo al Protectorado español en el Norte de África. En sus dos estancias africanas participó en numerosas operaciones bélicas y ocupaciones de posiciones como el monte Gurugú, monte Arruit, Taxuda, monte Abxan, Turrita Amed, monte Harcha.” 

González Tablas y García Herrero, Santiago. Pamplona (Navarra), 9.II.1879 – Marruecos, 13.V.1922. Militar y caballero Laureado de San Fernando. 

“Con el fin de expulsar al Raisuni de Tazarut, en julio de 1921 participó en una serie de acciones previas para conseguirlo, que serían interrumpidas cuando, como consecuencia de la retirada de Annual, se vio obligado a acudir con su grupo en auxilio de la plaza de Melilla.” 

Ibn Muhammad b. `Abd Allah Muley Ahmad. El Raisuni o Raisuli. Zinat, cabila del Fahs (Marruecos), ¿1871? – Tamasint, cabila de Beni Urriaguel (Marruecos), 3.IV.1925. Jefe cabileño de la región de Yebala, contrario a la presencia colonial europea en Marruecos. 

“La ofensiva española contra él se hizo imparable. Aislado en Tazarut (junio de 1921), su derrota era inminente, cuando se recibieron noticias del desastre de Annual, quedando las operaciones suspendidas momentáneamente, para neutralizar una posible rebelión en Yebala. La campaña contra El Raisuni se reanudó, no obstante, en diciembre de 1921, ocupándose Tazarut el 12 de mayo de 1922. Refugiado en el monte Buhaxen con poquísimos partidarios, de nuevo se salvó in extremis:el alto comisario Berenguer, imputado de responsabilidad en el hundimiento de la Comandancia de Melilla y el desastre de Annual (Informe Picasso) presentó la dimisión.” 

Lazaga Ruiz, José María. San Fernando (Cádiz), 12.X.1896 – Melilla, 30.VII.1921. Marino. 

“El 26 de julio de 1921 arribó a la playa de Sidi Dris en el bote automóvil del buque, llevando una lancha a remolque, para evacuar fuerzas del Ejército, resultando herido de cuatro balazos cuando, bajo intenso fuego enemigo y a bordo del último de los botes, cubría con su fuego a los que le precedían.” 

López Hernando, DiodoroBeato Teodosio Rafael. Salguero de Juarros (Burgos), 27.IX.1898 – Los Yébenes (Toledo), 7.VIII.1936. Hermano de las Escuelas Cristianas o de La Salle (FSC), mártir de Consuegra (Toledo), beato. 

“[…] Con sólo veinte años, el hermano Teodosio Rafael se dirigió a Mieres y un año después era trasladado al colegio de Melilla con motivo de su militarización. Allí vivió los días del Desastre de Annual, donde los hermanos ofrecieron su casa como hospital de la Cruz Roja, dedicándose a atender a heridos y enterrar a los muertos, trabajando además como camilleros. […]” 

López Pozas, José. Filipinas, 7.VII.1863 – ?, p. t. s. XX. General de brigada de Ingenieros. 

“Destinado a la plaza de Melilla como jefe de la Comandancia de Ingenieros en 1919, con ocasión del desastre de Annual, planificó la defensa de la ciudad creando una línea fortificada en torno al casco urbano, con fecha de 3 de agosto de 1921. 

Posteriormente al citado desastre, se instruía una información gubernativa para esclarecer los antecedentes y circunstancias que concurrieron en el abandono de las posiciones del territorio de la Comandancia general de Melilla, en el mes de julio de 1921. Al respecto, López Pozas realizaba una declaración en Melilla a 30 de septiembre de 1921 ante el general de división, juez instructor. En ella, preguntado ‘dónde se encontraba al declararse los sucesos de este territorio y qué intervención personal ha tenido en ellos’, señalaba que, al enterarse de que el comandante general había marchado al frente, marchó hacia allí con otros jefes de la Comandancia, para ponerse a sus órdenes; le dio alcance en Izumar, adonde se llegaba en automóvil, y alcanzándole cuando iba a montar a caballo para proseguir a Annual, mandándole el general que quedara a las órdenes del general Navarro, con quien marchó a Dríus. Cuando ocurrieron los sucesos culminantes de la zona y marchó el comandante general a Annual, procuró enterarse de si había de ir con él, y resultó que no, adquiriendo el convencimiento de que el general deseaba que sólo le acompañaran contadas personas de sus inmediatas órdenes. 

Respecto a qué criterio presidía la elección de posiciones y las condiciones que en términos generales reuniesen éstas, dijo que generalmente la determinación de las posiciones obedecía a razones políticas más que de índole militar, siendo la policía la que aconsejaba su emplazamiento, y en muchos de los casos determinaba su precisa situación, y dentro de estos obligados factores, procuraban las tropas de Ingenieros acomodar las posiciones a las posibles condiciones defensivas, consistiendo su debilidad mayor en el alejamiento y dificultad de la aguada de casi todas ellas. 

Respecto a las condiciones que en particular tuviese la posición de Annual, dijo que militarmente consideradas eran malas, pues en su principio se podía llegar a las alambradas en algunos puntos en ángulo muerto; luego se mejoró, completando sus defensas. Por referencias conoce que el mismo general Silvestre apreció en un principio las dificultades que se le presentaban por haber elegido esa dirección, que calificaba de ‘callejón sin salida’, faltándole, sin embargo, la decisión necesaria para rectificarla, tal vez confiado en que su energía y condiciones militares le permitirían, ayudado por la buena voluntad de todos, superar todas las dificultades.” 

 

Marichalar y Monreal, Luis de. Vizconde de Eza (VII). Madrid, 27.I.1873 – 27.XII.1945. Político, estadista, sociólogo y agrarista, diputado. 

“Bajo su ministerio, sucedió el terrible Desastre de Annual y el derrumbamiento de la Comandancia de Melilla al mando del general Fernández- Silvestre, que llevó el dolor a miles de hogares españoles que perdieron allí a sus hijos; las situaciones heredadas desde lustros anteriores, desembocaron en aquel desastre, y a Eza, que nombró al general Picasso como juez instructor de los sucesos, tras sus intervenciones en el Congreso y en el Senado, se le declaró exento de toda responsabilidad política.” 

Martínez Puche, Francisco. Yecla (Murcia), 18.II.1897 – Zeluán (Marruecos), 28.VII.1921. Aviador, perteneciente al cuerpo de Ingenieros, laureado de San Fernando. 

“El 21 de julio de 1921, aniquilada unas semanas antes la posición de Abarrán, y fracasados los intentos de hacer llegar el convoy a la de Igueriben que se encontraba sitiada y en situación desesperada —sin municiones, agua, víveres ni medicamentos, con gran número de muertos y sin poder evacuar a los heridos—, ordenó el general Silvestre la retirada del campamento principal de Annual. El repliegue, iniciado con poco orden, pronto se convirtió en un desastre, pasándose al enemigo la mayoría de las fuerzas indígenas. La retirada terminó en Monte Arruit, donde, a las órdenes del general Navarro, se ampararon unos tres mil hombres. Entre los escasos reductos que ofrecieron resistencia y quedaron sitiados por el enemigo, se encontraban la alcazaba y el aeródromo de Zeluán aislados entre sí, rodeado éste por gran número de moros que, desde una loma próxima, le dominaban con su fuego, y cuya guarnición se defendía con bravura. El servicio más peligroso que la reducida fuerza del destacamento había de realizar era el de aguada, ya que había de realizarse en un pozo separado del campo de vuelo por unos cientos de metros, y batido por los fusiles rifeños, por lo que pese a realizarse el servicio de noche, siempre costaba bajas. Desde el primer día del asedio, destacó, entre aquel grupo de hombres que rivalizaban en valor, abnegación y disciplina, el soldado Martínez Puche, siempre voluntario para realizar los servicios que conllevaran mayor riesgo, y, naturalmente, el de aguada, en el que participaba noche tras noche. 

No eran muchos los víveres de que disponía el aeródromo, cuya guarnición se había visto incrementada por jinetes del Regimiento de Alcántara, que en la retirada se habían acogido a aquél, por lo que el 28, el teniente Vivanco, al mando de la guarnición del aeródromo, pidió por medio del heliógrafo al capitán Carrasco, jefe de las fuerzas que defendían la alcazaba, víveres y municiones para continuar la resistencia, contestando éste que podían ir a buscar ambas cosas, pero que en la alcazaba se carecía de agua, siendo necesario que les hicieran llegar tan importante recurso. 

Se procedió inmediatamente a hacer aguada, servicio en el que, como de costumbre, participó Martínez Puche, que solicitó además acompañar al conductor del auto-aljibe que había de atravesar el largo y batido kilómetro que separaba la alcazaba del aeródromo. El teniente propuso que fueran acompañados por un pelotón de Caballería, pero Martínez Puche le hizo ver que eso, además de reducir la velocidad de la marcha, daría al enemigo ocasión de causar más bajas, saliendo finalmente sin escolta. 

Lanzado el vehículo a gran velocidad, entre el nutrido fuego de los moros, amparados por el que desde el aeródromo y la alcazaba se hacía para cubrirlo, llegó el auto-aljibe a la alcazaba, con agua suficiente, pese a los impactos recibidos en la cuba al atravesar el terreno enemigo. Cargados algunos víveres y municiones en el vehículo, se lanzó éste a cruzar de nuevo el batido kilómetro, pero centrado por el fuego de los moros, al llegar al terraplén de la vía, quedó aquél averiado y muertos sus dos ocupantes, cuyos cadáveres, lo mismo que la preciosa carga que con su vida harían llegar a sus compañeros, fueron rescatados por jinetes de Alcántara en una salida desde el aeródromo.” 

Mohammed b. Mizzian, Bel-Kasen. El Mizzian. Béni Ensar (Nador, Marruecas), 1.II.1897 – Madrid, 1.V.1975. Militar de los ejércitos de España y Marruecos, en los que alcanzó la máxima graduación. 

“Durante la Guerra del Rif (1921-1926), al mando de tropas indígenas, luchó contra el que fuera su maestro y, a la sazón, líder de la revuelta rifeña contra los españoles, Abd el-Krim. Herido durante el conocido como Desastre de Annual en 1921.” 

Morales Mendigutía, Gabriel de. Sancti Spiritus (Cuba), 12.XII.1866 – Annual (Marruecos), 22.VII.1921. Militar e historiador. 

“Con fuerzas a sus órdenes, protegió, el 1 de junio de 1921, la columna que, al mando del comandante Villar, ocupó la posición de Abarrán, cuya caída puso en marcha el rápido proceso de acontecimientos militares que condujo al llamado ‘Desastre de Annual’. El 19 de julio mandó un convoy hasta la posición de Igueriben, convoy que no pudo entrar en su destino debido a la resistencia opuesta por el enemigo; situación repetida el día 21, con la consecuencia inmediata del derrumbamiento de todo el frente de Annual por la presión rifeña, muriendo el coronel Morales el día 22 durante el proceso de evacuación de la posición. Poco tiempo más tarde, el 5 de agosto, caso insólito en la secuencia de acontecimientos de aquellos días, su cadáver fue entregado por el líder rifeño, Mohammed ben Abd el Krim a las autoridades de Melilla, como reconocimiento a la destacada labor desarrollada por el coronel al mando de la Oficina de Asuntos Indígenas.” 

 

Navarro Ceballos-Escalera, Felipe. Barón de Casa Davalillo. Madrid 21.VII.1862 – Paracuellos del Jarama (Madrid), 6-7.XI.1936. Teniente general, caballero de la Orden de Calatrava. 

Promovido a general de brigada en 1916, mandó la 3.ª Brigada de Caballería, fue jefe de sección del Ministerio de la Guerra y segundo jefe de la Comandancia General de Melilla. Durante este último mando se produjo el Desastre de Annual (1921), y muerto el general en jefe Fernández Silvestre, quedó el barón de Casa Davalillo al mando de todo aquel Ejército, sin que le fuera posible ya evitar la derrota, e incluso caer prisionero de Abd-el-Krim (desde el 9 de agosto de 1921 al 27 de enero de 1923, en que fue finalmente rescatado).

Núñez de Prado y Susbielas, Miguel. Montilla (Córdoba), 30.III.1882 – Pamplona (Navarra), 22.VII.1936 (desaparecido). Militar del Arma de Caballería, general. 

“Iniciada la reacción rifeña, y producidos los reveses de Sidi Dris y Abarrán, en los que perdió la vida un gran número de soldados, se llegó al mes de julio en las peores condiciones imaginables para las tropas españolas acosadas por Abd-el-Krim al mando de los Beni Urriaguel, encontrándose la posición de Igueriben (muy cerca de Annual) sitiada y en condiciones angustiosas. El comandante Núñez de Prado, al frente de su columna de Regulares, tenía la misión de llegar hasta Igueriben protegiendo un convoy de aprovisionamiento, lo que intentó denodadamente sin éxito, hasta que recibió un balazo en el brazo izquierdo que le dejó fuera de combate, siendo trasladado urgentemente al hospital militar de Melilla. A la caída de Igueriben y Annual, que sucumbieron los días 21 y 22 de julio, siguió la de Monte Arruit y el derrumbamiento de la Comandancia de Melilla, con enormes pérdidas materiales y un espantoso número de bajas. Repuesto de sus heridas, el teniente coronel Núñez de Prado se reintegró a su destino en Regulares en un momento de gran actividad, con la agradable pausa que se produjo el día 12 de enero de 1923, cuando le fue impuesta la Medalla Militar.” 

Paz Orduña, Federico de la. Segovia, 23.III.1892 – Igeriben (Marruecos), 21.VII.1921. Capitán de Artillería y caballero Laureado de San Fernando. 

“El 31 de mayo salió a Annual pernoctando en Monte Arruit, Batel y Dar Rius. El 7 de junio participó con la columna que, al mando del teniente coronel de Infantería Manuel Alcántara, tomó la posición de Igueriben donde quedó destacado con el objeto de proteger los convoyes durante el resto del mes y el de julio, pero finalmente la posición quedó aislada y rodeada de enemigos. Se produjeron varios intentos infructuosos de hacer llegar a la posición un convoy con víveres y agua, y en la protección del último de ellos, que mandó personalmente el general Silvestre, murió su hermano, el también capitán de Artillería Miguel de la Paz. Ante la imposibilidad de aprovisionarlos, esa misma tarde se dio la orden de evacuar la posición.” 

Pescador Mauricio, María Ana-Jesusa. Barcelona, 17.IV.1881 – Madrid, 8.VII.1946. Hija de la Caridad de San Vicente de Paúl (HC), educadora y enfermera. 

“[…] Llegaron noticias de Annual (1921), donde se produjeron centenares de bajas de los soldados españoles. Los rifeños amenazaban tomar la plaza de Melilla. Apremió enviar socorros y refuerzos. La reina Victoria Eugenia, presidenta de la Cruz Roja Española, designó a la duquesa de la Victoria para organizar los hospitales de campaña, y ésta, a su vez, llamó a las Hijas de la Caridad, cuyos servicios le eran tan conocidos. […] La duquesa recibió a sor Pescador en el muelle de Melilla (28 de julio de 1921). Sin pérdida de tiempo se le encomendó la instalación de un hospital en el Colegio de los Hermanos de las Escuelas Cristianas de dicha población.” 

Primo de Rivera y Orbaneja, Fernando. Jerez de la Frontera (Cádiz), 30.VII.1879 – Monte Arruit (Marruecos), 5.VIII.1921. Militar y caballero Laureado de San Fernando. 

“De los cerca de setecientos hombres que componían los escuadrones, solamente llegaron ilesos alrededor de setenta a Monte Arruit, a cuya defensa contribuyó el teniente coronel Primo de Rivera hasta que el casco de una granada de artillería le arrancó un brazo cuando se encontraba observando con unos prismáticos el fuego del enemigo, teniendo que ser operado y muriendo a consecuencia de la infección de la herida.” 

Ruiz-Fornells Regueiro, Enrique. Albacete, 27.VIII.1868 – Jaén, 16.XII.1938. Militar y escritor. 

“En África, Ruiz-Fornells disfrutó del mando y pudo comprobar lo acertado de los planteamientos teóricos cuando, bien reflexionados y documentados, se ponen en práctica frente al enemigo. […] Asistió en terreno africano al Desastre de Annual y confirmó una vez más las ventajas de la instrucción sobre la irracional aplicación de un valor temerario mal entendido que tantas vidas costaría.” 

Sáenz de Buruaga Polanco, Apolinar. Puerto Príncipe, Camagüey (Cuba), 9.VI.1890 – La Coruña, 26.VIII.1963. Aviador militar. 

“El Desastre de Annual en la Zona Oriental (21 de julio) trastornó la positiva marcha de las operaciones. […] El 2 de agosto, esta escuadrilla, mandada por el capitán Sáenz de Buruaga, que llevaba de observador al jefe del Grupo de África, comandante Aymat, se trasladó en vuelo directo a Melilla, aterrizando en la Hípica.” 

Salafranca Barrio, Juan. Madrid, 21.IX.1889 – Marruecos, 1.VI.1921. Militar y caballero Laureado de San Fernando.

“El 1 de junio de 1921 partió de Annual formando parte de una columna al mando del comandante Villar y formada por tropas de Regulares, Ingenieros y Policía Indígena, a la que se uniría el harka amiga de Tensaman, con la misión de establecer una posición en el monte Abarrán. Una vez ocupado el lugar se retiró la columna de protección, quedando como jefe de la posición el capitán Salafranca, al mando de unos cincuenta soldados españoles, y doscientos policías indígenas a cuyo frente se encontraba el capitán Ramón Huelva Pallarés, permaneciendo también en la posición el teniente Diego Flomestá Moya, con cuatro piezas de artillería, y el harka de Tensaman. Pronto comenzó el ataque a la posición, al que siguió la traición del harka de Tensaman y de gran parte de la Policía Indígena, cayendo muerto el capitán Huelva y resultando Salafranca herido en un brazo, lo que no le impidió organizar y dirigir la defensa, alentando con su ejemplo a las fuerzas que la guarnecían, y continuando al frente de ellas después de recibir una segunda herida, esta vez en el vientre, no permitiendo al practicante que le curase y dando un alto ejemplo de valor, abnegación y entereza ante un enemigo superior en número y medios de combate. A pesar de luchar en condiciones desventajosas, prosiguió la defensa con entusiasmo hasta dar fin las municiones, mandando entonces armar la bayoneta para impedir que las piezas de artillería cayesen en poder del enemigo, pero otro balazo en el pecho le causó la muerte.”

Sampil Fernández, Félix. Logroño (La Rioja), 14.XII.1901 – El Carmolí (Murcia), II.1939. Teniente coronel de Aviación, jefe de la Escuela de Caza de la Aviación de la República durante la Guerra Civil Española. 

“El 8 de julio de 1920 fue promocionado a alférez, y su primer destino fue el Regimiento de Cazadores de Treviño 26 de Caballería, donde permaneció hasta finales de mayo de 1921. Pasó entonces al Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Ceuta n.º 3, con el que participó en numerosas operaciones en la zona occidental en la crítica época del Desastre de Annual.”  

Simón, Vicente. Madrid, 30.XII.1867 – 22.VII.1947. Militar. 

“Hubo de servir como soldado en Marruecos, donde participó en muchas acciones y resultó herido en Annual (1921). Una vez licenciado, Vicente volvió a Barcelona para seguir con su oficio de restaurador, pero también para cantar como aficionado con el nombre de Víctor Smith.” 

Triana Blasco, Julián. Madrid, 15.IX.1874 – Monte Arruit (Marruecos), 9.VIII.1921. Capitán de Caballería, héroe de la defensa de Monte Arruit, colofón del Desastre de Annual. 

“Finalmente, con el resto de los jinetes y una ametralladora, defendió la puerta de arco y los hornos de Intendencia de la posición de Monte Arruit, desde el 29 de julio al 9 de agosto. Fue especialmente duro el combate del 2 de agosto, precedido de un intento de engaño del enemigo; como consecuencia del asalto, los ‘rifeños’ dejaron sesenta cadáveres ante la citada puerta, número mayor que el de los propios defensores.” 

Troncoso Sagredo, JuliánValladolid, 12.XI.1895 – Madrid, 26.IX.1983. Directivo de fútbol y militar. 

“Tras permanecer en varias guarniciones en la península, en 1920, fue trasladado a Marruecos donde formó parte del Regimiento de Caballería Alcántara nº 14. Integrado en el mismo tomó parte en los combates del ‘desastre de Annual’ en julio de 1921. A consecuencia de los mismos fue capturado el 3 de agosto de 1921 al rendirse la posición de Zeluan. Dado inicialmente por muerto luego se supo que estaba preso en Axdir, donde permaneció prisionero hasta el 27 de enero de 1923, cuando fue liberado junto con otros oficiales prisioneros, y embarcado hacia Melilla en el vapor Antonio López.” 

Urquijo Landecho, Luis de. Marqués de Bolarque (II)Madrid, 28.I.1899 – 7.VII.1975. Banquero. 

“Hizo el servicio militar en el Regimiento de Húsares de la Princesa y combatió en la famosa batalla de Annual (1921).” 

Villalba Rubio, JoséToledo, 25.II.1899 – Madrid, 1960. Militar. 

“[…] Al año siguiente pasó al Protectorado de Marruecos, donde desarrolló su carrera militar entre 1909 y 1934, participando en la campaña de 1909, en el Desastre de Annual en 1921 y en la llamada Campaña del Desquite de 1925.” 

Comandante general de Melilla, Manuel Fernandez Silvestre

El general Felipe Navarro Ceballos-Escaleras . Col. Vizconde de Ayala, Segovia

OBRAS

Se reúnen los autores de aquellas obras plásticas, literarias, musicales, historiográficas… que tienen el Desastre de Annual como objeto principal y han servido para fijar en el imaginario colectivo los trágicos sucesos acaecidos en el Rif durante los meses de julio y agosto de 1921. 

Arauz de Robles Estremera, José María. Molina de Aragón (Guadalajara), 18.IV.1898 – Vega de Arias (Guadalajara), 6.VIII.1977. Político carlista. 

Autor de Por el camino de Annual. Apuntes y comentarios de un soldado de África,Madrid, Voluntad, 1924. 

Barea Ogazón, Arturo. Badajoz, 20.IX.1897 – Faringdon, Berkshire (Reino Unido), 24.XII.1957. Escritor y crítico literario.  

“Durante el servicio militar, de 1920 a 1923, le toca intervenir en la guerra de Marruecos, episodio histórico que relata en La ruta, segundo volumen de la trilogía La forja de un rebelde. 

Bastos Ansart, Francisco. ?, 26.XI.1875 – Barcelona, 25.X.1943. Teniente coronel de Ingenieros, escritor y político. 

Autor de El desastre de Annual en julio 1921,Barcelona, Minerva, ¿1921?. 

Benlliure Gil, Mariano. Valencia, 8.IX.1862 – Madrid, 9.XI.1947. Escultor.

“ […] y el impresionante grupo de cinco jinetes para el Monumento al Regimiento de Caballería (1931) situado frente a la entrada de la Academia de Caballería de Valladolid. […]”.

Bertuchi Nieto, MarianoGranada, 6.II.1884 – Tetuán (Marruecos), 20.VI.1955. Pintor. 

Su pintura, muy arraigada en el orientalismo, supo reflejar en su pintura los conflictos habidos en el norte de África. 

Borrás Bermejo, Tomás. Madrid, 10.II.1891 – 27.VIII.1976. Polígrafo, periodista, crítico teatral, político. 

Autor de La pared de tela de araña, Madrid, Marineda, 1924. 

Buchs Echeandía, José. Santander (Cantabria), 16.I.1893 – Madrid, 30.I.1973. Director de cine. 

“Así, en 1922, tras Alma rifeña,un folletín rodado en Marruecos con el fin de levantar la moral después del Desastre de Annual […]” 

Casado Escudero, Luis. Vigo (Pontevedra), 27.IX.1897 – Ciudad Autónoma de Melilla, 23.VII.1936. Capitán, unico oficial superviviente de la posición de Igueriben. 

Autor de Igueriben: 7 de junio – 21 de julio 1921. Relato auténtico de lo ocurrido en esta posición, desde el día en que fue ocupada hasta aquel en que gloriosamente sucumbió, por el único oficial superviviente, Madrid, Almena ediciones, 2007. 

Corrochano Ortega, Gregorio. Talavera de la Reina (Toledo), 8.IV.1882 – Madrid, 19.X.1961. Periodista y escritor taurino. 

Autor de ¡Mektub!, Madrid, Atlántida, 1926. 

Díaz Casariego, José. Madrid, 1896 – 13.III.1967. Fotógrafo.  

“ […] realizó excelentes reportajes en África junto al periodista Luis de Oteyza y al fotógrafo Alfonso Sánchez Portela (Alfonso), entre ellos el de Abd el-Krim, jefe de los sublevados en las posesiones españolas (agosto de 1922).” 

Díaz Fernández, José. José Canel. Aldea del Obispo (Salamanca), 20.V.1898 – Toulouse (Francia), 18.II.1941. Periodista, escritor y diputado.  

“En 1921 se incorporó al Regimiento de Infantería de Tarragona. Su batallón fue destinado poco después a Marruecos, en cuya guerra intervino ocupando “blocaos” entre Tetuán y Beni Arós. Su experiencia en África le sirvió para la composición de su primera novela, El blocao, publicada en 1928, que alcanzó un enorme éxito, siendo traducida inmediatamente a varias lenguas. En ella, a través de una serie de episodios, concatenados y estructurados formalmente de acuerdo con técnicas vanguardistas, denuncia las razones y las consecuencias de una guerra colonial rechazada por la intelectualidad de la época.” 

Fernández-Oxea, José Ramón. Ben-Cho-Shey. Orense, 5.IV.1896 – Madrid, 1988. Polígrafo, pedagogo y escritor. 

“Poco después, envía desde Melilla crónicas sobre la Guerra de Marruecos al periódico La zarpa, que se recogen, con otros artículos del mismo tipo, en Crónicas de Marruecos. Tras la rota de Annual.” 

Florián Rey (Martínez del Castillo, Antonio). La Almunia de Doña Godina (Zaragoza), 25.I.1894 – Alicante, 11.IV.1962. Cineasta español. 

Rodó la película; Águilas de acero (Los misterios de Tánger) en 1927, película cuyo trasfondo son las guerras marroquíes. 

García Figueras, TomásJerez de la Frontera (Cádiz), 19.VI.1892 – 13.II.1981. Militar africanista y escritor. 

Escribió: […] Marruecos (La acción de España en el norte de África), Barcelona, Ediciones Federación Nacional de Artes Gráficas, 1939; Miscelánea de estudios africanos, Larache, Editora Marroquí, 1947; La acción africana de España en torno al 98 (1898-1962), Madrid, Instituto de Estudios Africanos, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1966, 2 vols. 

Giménez Caballero, Ernesto. Gecé. El Robinson literario de España. Madrid, 2.VIII.1899 – 14.V.1988. Escritor, intelectual y político. 

“Todo parecía augurarle un destacado puesto en la escuela histórico-filológica empeñada en la revisión del pasado hispano bajo las coordenadas del nacionalismo liberal, pero el recrudecimiento de la Guerra de Marruecos con la derrota de Annual, le llevó a intervenir como ‘soldado de cuota’. Apenas repatriado, en 1923 publicó Notas marruecas de un soldado. Inscrito en un regeneracionismo muy crítico con el sistema.” 

Leguineche Bollar, Manuel. Belendiz (Vizcaya), 28.IX.1941 – Madrid, 22.I.2014. Escritor y periodista. 

Autor de Annual 1921: el desastre de España en el Rif,obra publicada en Madrid por la editorial Alfaguara en el año 1996. 

López Rienda, RafaelGranada, 9.V.1897 – Madrid, 15.IX.1928. Periodista, escritor y cineasta.  

“[…] se alistó en el Ejército español destacado en África durante la guerra de Marruecos, de cuya realidad sería luego prolijo cronista en libros como Frente al fracaso: Raisuni. De Silvestre a Burguete (1923) o Marruecos. Abd-el Krim contra Francia (Impresiones de un cronista de guerra) (1925), entre otros. También en la zona del Protectorado español desarrolló una importante labor periodística, dirigiendo los periódicos Diario marroquí en Larache y El Eco de Tetuán, y como colaborador de El Telegrama del Rif. 

[…] 

La realidad de la guerra de Marruecos se reflejaría igualmente, con tintes autobiográficos, en varias de sus obras de ficción, publicadas con frecuencia en colecciones de literatura breve. Así sucede con sus novelas Tánger, pequeño Montecarlo (1924), o con Águilas de acero (1926), luego llevada al cine por el director aragonés Florián Rey bajo el título de Águilas de acero o los misterios de Tánger.” 

Meneses Puertas, Enrique. Madrid, 1894 – Málaga, 1987. Escritor, periodista, gobernador civil, empresario. 

Autor de La cruz de Monte Arruit, 1922, reed. A Coruña, Ediciones del Viento, 2019. 

Muñoz Degrain, AntonioValencia, 18.XI.1840 – Málaga, 12.X.1924. Pintor. 

Pintó en cuadro: Los de Igueriben mueren pero no se rinden en 1924. 

 Ortega y Gasset, Eduardo. Madrid, 1882 – Caracas (Venezuela), 25.II.1965. Periodista, jurista, diputado a Cortes y fiscal general de la República. 

Fue el autor de Annual, Madrid, Rivadeneyra, 1922. 

Ortiz Echagüe, JoséGuadalajara, 21.VIII.1886 – Madrid, 7.IX.1980. Empresario, ingeniero militar, fotógrafo y piloto de aviación. 

“En 1921, el desastre africano de Annual trajo un momento de respiro al taller del Cerro de la Plata al ganar, junto a la empresa Marconi y la Sociedad de Patricio Echevarría, un concurso para la fabricación de bombas para aviones.” 

Oteyza García, Luis de. Zafra (Badajoz), 30.VI.1883 – Caracas (Venezuela), 10.III.1961. Periodista y escritor.  

“[…] fue como corresponsal a Marruecos, publicando una serie de exitosas crónicas, luego recogidas en el volumen Abd-El-Krim y los prisioneros (1924).” 

Pérez Ortiz, Eduardo.    Miranda de Ebro (Burgos), 1.IX.1865 – Ciudad Autónoma de Melilla, 29.X.1954. Militar Escritor. 

Autor de Dieciocho meses de cautiverio: de Annual a Monte Arruit. Crónica de un testigo, Madrid, Interfolio, 2010. 

Picasso González, Juan. Málaga, 22.VIII.1857 – Madrid, 5.IV.1935. Militar. 

“[…] Con el empleo de general de división, alcanzado poco tiempo antes, por R.O. de 4 de agosto de 1921 fue nombrado juez especial para la instrucción en Melilla de una información escrita, de carácter gubernativo, que sirviera para esclarecer los antecedentes y circunstancias que concurrieron en el abandono de posiciones del territorio marroquí asignado a la Comandancia General de Melilla, con la polémica limitación, establecida al principio, de no extenderse a la actuación del alto comisario, general Berenguer, labor que, trascendiendo a la política imperante en España en aquellos días, se tradujo en la búsqueda de responsables y, posteriormente, a la de culpables, siendo el informe final, el llamado ‘Informe Picasso’, una de las bases documentales de la oposición al régimen monárquico. […]”  

Prado Duque, Fidel. Madrid, 14.III.1891 — 17.VIII.1970. Escritor, periodista, letrista y dramaturgo. 

“El novio de la Muerte nació como cuplé en los años veinte y en su letra el amor empuja a un hombre a buscar el olvido en el Tercio. Juan Costa puso la música y la estrenó Mercedes Fernández, más conocida como Lola Montes, en el teatro malagueño Vital Aza a primeros de julio de 1921. En ese acto estaba la duquesa de la Victoria, Doña María Eladia Fernández Espartero y Blanco, sobrina del General Espartero y que dirigía, en aquel entonces, los hospitales de la Cruz Roja en Marruecos, quien, entusiasmada con el cuplé, pidió a la artista que lo cantara en Melilla. Lola Montes lo cantó los días 30 y 31 de julio en el Teatro Kursal, justamente cinco días después del desembarco de la Legión para defender la ciudad, que intentaba olvidar el Desastre de Annual […]” 

Prieto Tuero, Indalecio. Oviedo (Asturias), 30.IV.1883 – Ciudad de México (México), 12.II.1962. Político socialista, gobernante y periodista. 

“Escribió: […] Crónicas de guerra, Melilla, 1921, Málaga, Algazara, 2001; Discursos parlamentarios sobre la guerra de Marruecos, Málaga, Algazara, 2003.” 

Rodríguez de Viguri y Seoane, Luis. Santiago de Compostela (La Coruña), 16.X.1881 – Madrid, 12.XII.1945. Político. 

Autor de La derrota de Annual y el asedio de Monte ArruitEscrito en defensa del general Navarro, Madrid, Sucesores de Rivadeneyra, 1924. 

Ruiz Albéniz, Víctor. Mayagüez (Puerto Rico), 10.VI.1885 – Madrid, 1954. Médico militar y periodista. 

Escribió: […] España en el Rif (1908-1921): estudios del indígena y del país, nuestra actuación de doce años, la guerra del veintiuno, Madrid, Biblioteca Hispania, 1921 […] y ¡Kelb Rumi!: (la novela de un español cautivo de los rifeños en 1921), Madrid, Ribadeneyra, 1922. 

Sainz Gutiérrez, Sigisfredo ?, 1891 – Madrid, 17.III.1933. Comandante, superviviente del desastre de Annual. 

Autor de Con el General Navarro. En operaciones. En el cautiverio. Diario del Capitán de Estado Mayor, prólogo del Barón de Casa Davalillo, Madrid, Suc. de Rivadeneyra, 1924. 

Sánchez del Pando, Cecilio. Sevilla, 1889 – 1950. Fotógrafo. 

“[…] Entre sus reportajes destacan el Desastre de Annual en la Guerra de África, […]” 

Sánchez Portela, Alfonso. Alfonso. Madrid, 16.XI.1902 – 1990. Fotógrafo. 

“Hijo del célebre fotógrafo Alfonso Sánchez García, […] desde muy niño se inició en el conocimiento de la técnica. Cuando tuvo bien aprendido el oficio, comenzó su padre a encargarle algunas de las más importantes tareas del estudio, como los reportajes de la Guerra de Marruecos, en 1921”. 

Sender Garcés, Ramón José. Chalamera de Cinca (Huesca), 3.II.1901 – San Diego (Estados Unidos de América), 16.I.1982. Novelista y literato. 

“[…] en 1923 hubo de marchar Sender a África. Tras su paso por el servicio militar, realizado en Melilla, sin el que no se entiende la novela Imán (1930), y durante el cual firmó colaboraciones para El Telegrama del Rif […] la excelente novela Imán (1930), madurada años atrás y de éxito inmediato a su publicación. Imán inauguró con brillantez el período de compromiso progresista y de reconocimiento literario del Sender de los convulsos años de la década de 1930; de Imán sedujo la capacidad de creación de un protagonista solitario y perseguido (el soldado Viance) que Sender elevó del anonimato cronístico (un soldado más del desastre) a arquetipo humano (el héroe inocente que asiste a un espectáculo de horror y tragedia provocado por la ineptitud de los mandos militares).” 

monumentos

CÓMO SE CONTÓ

La importancia de la prensa como documento histórico en los días de julio y agosto de 1921, en los que la sociedad española se vio sacudida por las noticias que llegaban desde Annual, queda recogida en este apartado, donde se muestran las portadas de las siguientes cabeceras de libre acceso, ordenadas por fecha de publicación:

El Debate / El Globo / El Motín / El Imparcial / El Liberal / El Siglo futuro / El Socialista / El Telegrama del Rif/ Heraldo de Madrid  / La Acción / La Correspondencia de España / La Correspondencia Militar / La Época / La Libertad / La Voz

Desde el conservador y católico El Debate, o la “oficialidad” de La Época, pasando por la postura intermedia del Heraldo de Madrid, hasta los casos de El Liberal, claramente alineado con la prensa progresista, o El Socialista, la prensa desempeñó un papel esencial a pesar de los muchos obstáculos a los que se enfrentó, como la escasez de información oficial, que motivó un retraso generalizado

 

La importancia de la prensa como documento histórico en los días de julio y agosto de 1921, en los que la sociedad española se vio sacudida por las noticias que llegaban desde Annual, queda recogida en este apartado, donde se muestran las portadas de las siguientes cabeceras de libre acceso, ordenadas por fecha de publicación:

El Debate / El Globo / El Motín / El Imparcial / El Liberal / El Siglo futuro / El Socialista / El Telegrama del Rif/ Heraldo de Madrid  / La Acción / La Correspondencia de España / La Correspondencia Militar / La Época / La Libertad / La Voz

Desde el conservador y católico El Debate, o la “oficialidad” de La Época, pasando por la postura intermedia del Heraldo de Madrid, hasta los casos de El Liberal, claramente alineado con la prensa progresista, o El Socialista, la prensa desempeñó un papel esencial a pesar de los muchos obstáculos a los que se enfrentó, como la escasez de información oficial, que motivó un retraso generalizado en la publicación de las noticias, las contradicciones y vacilaciones de las versiones “no oficiales” y la acción de la censura previa, que en algunos casos llevó al secuestro de ediciones y la intervención policial. Sirvan como ejemplos las portadas del 26 de julio de El Socialista o el Heraldo de Madrid, la de El Liberal del 27 de julio (sobre su corresponsal enviado a Melilla, Espinosa, que inauguró en España el reportaje en aeroplano) o la de El Imparcial de 30 de julio.

Para leer los números completos de cada diario, se recomienda acudir a las fuentes (Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional de España, Biblioteca Virtual de Prensa Histórica gestionada por la Subdirección General de Coordinación Bibliotecaria del Ministerio de Cultura y Deporte, y Fundación Pablo Iglesias).

en la publicación de las noticias, las contradicciones y vacilaciones de las versiones “no oficiales” y la acción de la censura previa, que en algunos casos llevó al secuestro de ediciones y la intervención policial. Sirvan como ejemplos las portadas del 26 de julio de El Socialista o el Heraldo de Madrid, la de El Liberal del 27 de julio (sobre su corresponsal enviado a Melilla, Espinosa, que inauguró en España el reportaje en aeroplano) o la de El Imparcial de 30 de julio.

Para leer los números completos de cada diario, se recomienda acudir a las fuentes (Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional de España, Biblioteca Virtual de Prensa Histórica gestionada por la Subdirección General de Coordinación Bibliotecaria del Ministerio de Cultura y Deporte, y Fundación Pablo Iglesias).

21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12

El Año político. 1921

El Año político es un anuario elaborado entre 1895 y 1928 por el toledano Fernando Soldevilla (30.V.1854 – 5.IV.1931). Soldevilla fue redactor de numerosos periódicos y revistas (como El Día, El Imparcial, La Correspondencia de España o la Revista Política Ibero-americana, Diario de Bilbao, La Voz y La Esfera). Como liberal moderado, fue diputado a Cortes en varias ocasiones, así como gobernador civil de las provincias de Granada, Gerona, Segovia y La Coruña.

En los tomos anuales de esta publicación, se incluyen de forma cronológica un resumen anotado de los más importantes acontecimientos políticos, gubernamentales, parlamentarios, sociales, militares y económicos españoles y también extranjeros. Incluye también discursos, dictámenes, proclamas, conferencias y escritos de los principales prohombres de la vida española, así como datos estadísticos y recursos gráficos, como fotografías y grabados, y anuncios comerciales.

El tomo XXVII de El Año político, correspondiente al año 1921, recoge una amplía crónica de los sucesos en el Rif.  Se recomienda la lectura comparada con los testimonios y crónicas de los supervivientes.

Las cartas de los soldados sevillanos a sus novias, a sus madres, a sus amigos. Jose Rodríguez La Orden, 1921

El periodista José Rodríguez La Orden (1885-1927) -que firmaba como Carrasquilla cuando hacía crítica taurina- fue publicando en El Liberal de Sevilla una serie de textos que a finales del mismo año de 1921 (la dedicatoria al lector está firmada el 5 de noviembre) recopiló en forma de libro bajo el título Las cartas de los soldados sevillanos a sus novias, a sus madres, a sus amigos (Imprenta de Rafael M. Madolell).

Las misivas ficticias cruzadas ente el soldado Quico, su novia Josefilla y otros simpáticos personajes fueron recibidas con fruición por un amplio público lector. Según su mismo autor indica en la dedicatoria, fueron textos “hechos para el pueblo por un hijo del pueblo, que conoce y vive sus goces, sus sentimientos, sus amarguras, su nobleza y su bondad”. El primero de los escritos está fechado el 25 de agosto y el último el 8 de diciembre de 1921, y están escritos trascribiendo gráficamente la fonética de la pronunciación andaluza. Son ejemplo de un tratamiento humorístico de la guerra de Marruecos que contrasta con las trágicas noticias que, al mismo tiempo, llegaban desde el frente a la Península.

Exterior de campamento de Zeluán, 1921. Fotografía (inédita). Archivo de la Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno.

ALGUNA DOCUMENTACIÓN DE LIBRE ACCESO

El expediente Picasso: las responsabilidades de la actuación española en Marruecos, julio 1921, 1931

El 4 de agosto de 1921, a instancias del alto comisario Dámaso Berenguer, el vizconde de Eza, ministro de la Guerra, nombra por Real Orden al general de división Juan Picasso González, miembro del Consejo Superior de Guerra y Marina, para que investigue en la plaza de Melilla los hechos ocurridos en Annual, a fin de delimitar responsabilidades militares. El informe, que analiza técnicamente las operaciones y si hubo conductas impropias en alguno de los participantes, se conocerá como Expediente Picasso. Para tal fin, Picasso, como juez instructor, es auxiliado como secretario por el auditor de Brigada Juan Martínez de la Vega y Zegrí.

Todos los prisioneros liberados que llegan a Melilla, comparecen inmediatamente ante el Juzgado Especial del general Juan Picasso.  Entre los meses de agosto a diciembre de 1921 y enero de 1922 se reunieron 183 atestados con las manifestaciones de los prisioneros escapados o soltados por el enemigo.

El Expediente recoge información sobre los sucesos desde el establecimiento del campamento en Annual hasta su retirada el 22 de julio de 1921. Esta información fue instruida entre el 5 de septiembre y el 5 de diciembre de 1921, reuniendo diversas informaciones sobre los jefes, oficiales y resto de personal militar del Regimiento, actuaciones de los militares en diversas posiciones… etc. La información deja patente la ausencia de oficiales en Annual durante los días de los sucesos y se constata, concretamente la ausencia de una parte importante de los mandos y oficiales el día de la retirada.

En base a la documentación recogida, el fiscal togado da su conformidad para la apertura de una causa contra el mando, en única instancia instruida para depurar responsabilidades. La documentación refleja la situación del personal militar, material, ganado y estados de fuerza y recoge las órdenes y actuaciones militares en Annual, Dar-Quebdani, etc.

La retirada de Annual y el asedio de Monte Arruit. Luis Rodríguez de Viguri y Seoane, 1924

Texto de la defensa del General de Brigada Felipe Navarro y Ceballos-Escalera, Barón de Casa Davalillos, en la causa instruida para depurar las responsabilidades del Mando en los sucesos de Melilla de 1921, a cargo de Luis Rodríguez de Viguri, auditor de Brigada del Cuerpo Jurídico Militar.

Que las cifras hablen. Resumen de la actuación de este cuerpo, en el mes de Julio de 1921, 1923

El Regimiento de Caballería Cazadores de Alcántara nº 14, al mando del teniente coronel Fernando Primo de Rivera, cubrió la retirada de Annual y logró que la columna del general Felipe Navarro (formada por unos 2.000 hombres) lograse pasar el cauce del río Igan y alcanzase la posición de Monte Aruit, con cientos de heridos entre sus filas.

En las cargas para salvar a la columna, el Alcántara perdió casi un 90% de sus efectivos. En reconocimiento  a su heroica actuación  le fue concedida la Cruz Laureada Colectiva de San Fernando en 2012 “por los hechos protagonizados en las jornadas del 22 de julio al 9 de agosto de 1921, en los sucesos conocidos como «Desastre de Annual», donde dicha unidad combatió heroicamente protegiendo el repliegue de las tropas españolas, desde las posiciones en Annual a Monte Arruit, hasta el punto de que las bajas sufridas fueron de 28 jefes y oficiales de un total de 32 y de 523 de clases de tropa de un total de 685 en filas”

Croquis de la región de Melilla, 1921

“Formado con datos de los documentos de las comisiones del Cuerpo de Estado Mayor, Comandancia General, Gabinete Militar de la Alta Comisaria de Marruecos, Servicio de Aviación, Policia Indigena, Dirección de Hidrografía, referencias, trabajos del autor, etc.”

Por Alfonso Rey Pastor.

Más información: 

ALBI DE LA CUESTA, Julio. En torno a Annual. Madrid, Ministerio de Defensa, 2014 

CONTRERAS CERVANTES, Rafael Ángel. Intrahistoria del desastre de Annual. Madrid, Ministerio de Defensa, 2017. 

FERNÁNDEZ DE LA REGUERA, Ricardo y MARCH, Susana. El desastre de Annual. Barcelona, Planeta, 1968. 

FRANCISCO, Luis Miguel. Morir en África: la epopeya de los soldados españoles en el desastre de Annual. Barcelona, Crítica, 2014. 

FUENTES ONIEVA, Juan José. El impacto del “Desastre de Anual” en la prensa española 1920-1921. Sevilla, Universidad de Sevilla, 1989. 

LEGUINECHE, Manuel. Annual 1921: el desastre de España en el Rif. Madrid, Alfaguara, 1996. 

MACÍAS FERNÁNDEZ, Daniel (ed.). A cien años de Annual: la guerra de Marruecos. Madrid, Deserta Ferro, 2021. 

PANDO DESPIERTO, Juan. Historia secreta de Annual. Madrid: Temas de Hoy, 1999. 

PRESENCIA DE ESPAÑA EN EL NORTE DE ÁFRICA

Mapa de la zona de influencia española en el norte de Marruecos. Dirección General de Obras Públicas, [ca. 1912-1920]. Real Academia de la Historia. Sección de Cartografía y Artes Gráficas.

La presencia española en el norte de África hunde sus raíces en la Historia medieval, con proyectos como el denominado “fecho de allende”, pretensión de Fernando III el Santo continuada por su hijo Alfonso X el Sabio. La frontera natural del estrecho de Gibraltar había sido fácilmente franqueada por pueblos musulmanes; los últimos contingentes armados en llegar habían sido los benimerines en los siglos XIV y XV para apoyar a los poderes musulmanes en la Península. La Corona de Castilla quiso preservar el sur de España con posiciones defensivas en el Magreb mediante ciudadelas en el litoral africano. Con el tiempo, y en función de las diferentes circunstancias y etapas históricas, a esa razón defensiva inicial fueron sumándose otras de tipo político, religioso, económico o social. 

El 18 de septiembre de 1497, el III duque de Medina Sidonia desembarcó en Melilla, entonces casi desierta, con una fuerza de cuatro mil hombres, que reconstruyó las fortificaciones de la ciudad y rechazó un primer ataque musulmán. En abril del año siguiente, la Corona se hizo cargo del sostenimiento de Melilla, que quedó así incorporada a la Corona de Castilla. 

La presencia española en el norte de África hunde sus raíces en la Historia medieval, con proyectos como el denominado “fecho de allende”, pretensión de Fernando III el Santo continuada por su hijo Alfonso X el Sabio. La frontera natural del estrecho de Gibraltar había sido fácilmente franqueada por pueblos musulmanes; los últimos contingentes armados en llegar habían sido los benimerines en los siglos XIV y XV para apoyar a los poderes musulmanes en la Península. La Corona de Castilla quiso preservar el sur de España con posiciones defensivas en el Magreb mediante ciudadelas en el litoral africano. Con el tiempo, y en función de las diferentes circunstancias y etapas históricas, a esa razón defensiva inicial fueron sumándose otras de tipo político, religioso, económico o social. 

El 18 de septiembre de 1497, el III duque de Medina Sidonia desembarcó en Melilla, entonces casi desierta, con una fuerza de cuatro mil hombres, que reconstruyó las fortificaciones de la ciudad y rechazó un primer ataque musulmán. En abril del año siguiente, la Corona se hizo cargo del sostenimiento de Melilla, que quedó así incorporada a la Corona de Castilla. 

Por su parte, el 13 de febrero de 1668, España y Portugal firmaron el tratado de paz de Lisboa, que puso fin a la Guerra de la Restauración. Entre otras disposiciones, quedó bajo soberanía española la plaza de Ceuta, portuguesa desde que el rey Juan I la había conquistado el 21 de agosto de 1415. 

La independencia de Marruecos fue reconocida en el tratado del 12 de febrero de 1957, por el que España reconoció a Mohamed V como rey de Marruecos y le cedió la zona norte sin condiciones. 

Por su parte, el 13 de febrero de 1668, España y Portugal firmaron el tratado de paz de Lisboa, que puso fin a la Guerra de la Restauración. Entre otras disposiciones, quedó bajo soberanía española la plaza de Ceuta, portuguesa desde que el rey Juan I la había conquistado el 21 de agosto de 1415. 

La independencia de Marruecos fue reconocida en el tratado del 12 de febrero de 1957, por el que España reconoció a Mohamed V como rey de Marruecos y le cedió la zona norte sin condiciones. 

Interior de una tienda de campaña de un oficial en el campamento de Zeluán, 1921. Fotografía (inédita) realizada por por el teniente de caballería Narciso Pérez de Guzmán el Bueno y Salabert durante su estancia el campamento de Zeluán.  Archivo Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno.

 

© Real Academia de la Historia, 2021