Cronología: 1809

Dimensiones: 74,5 x 29 x 26 cm

Procedencia: Donado por Elisabeth Vassall, Lady Holland, en 1843.


Liberado de la injusta prisión el 22 de marzo de 1808, Jovellanos pudo de nuevo reintegrarse en la vida pública y, tras rechazar los ofrecimientos a formar parte del gobierno intruso, pasó a incorporarse a la Junta Central. Una vez en Sevilla en 1809 coincidió con el distinguido político whig, Henry Richard Vassall Fox, Lord Holland (1773-1840), su amigo desde 1792, quien encargó al escultor riojano, Ángel Monasterio (1777-1813), este espléndido busto de mármol inspirado en la mejor tradición de los retratos romanos republicanos, pero con un sentido moderno y no como copia servil del antiguo. En efecto, Lord Holland disfrutaba de una estancia junto a su familia en Andalucía, poco después del inicio de la Guerra. Tanto Jovellanos como Monasterio acompañaban, con distintas funciones, a la Junta Central en su obligado peregrinaje. Todos coincidieron en Sevilla, donde se realizó el retrato en 1809. Una vez concluido se produjo la diáspora. Lord Holland regresó a su patria, Inglaterra, Jovellanos partió para Asturias y Monasterio, tras una breve estancia en Cádiz, se embarcó a América, donde murió al frente de los insurrectos en Buenos Aires.

Jovellanos es retratado de frente, con gran realismo, entrado en años, ya que contaba con 65 años, cabeza con cabello corto natural y suelto, la carne del rostro y cuello de aspecto blando y ligeramente caída propias de la edad, así como la carnosidad de las orejas y nariz y la finura de la comisura de los labios. Expresión grave y solemne, realzada acertadamente al adoptar el torso la forma de las Hermas clásicas, con las que los patricios y nobles romanos adornaban los jardines de sus casas y villas, con el fin precisamente de destacar la grandeza intelectual y humana del personaje.

Un grabado de este magnífico retrato fue publicado por el propio Lord Holland en su obra Some account of the lives and writings of Lope de Vega Carpio and Guillen de Castro (London, 1817), en el apéndice II en el que edita en castellano el “Informe dado a la Real Academia de la Historia sobre Juegos, Espectáculos, y Diversiones Públicas”, así como unas noticias biográficas de los avatares de los últimos años de Jovellanos. El modelo en yeso le fue regalado al poeta Manuel José Quintana, quien lo donó a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en 1857.

El busto original en mármol blanco fue trasladado a la residencia de Lord Holland en Inglaterra (Holland House en Holland Park, Londres) el mismo año de su ejecución, donde permaneció hasta 1843, en que, tras su fallecimiento, fue donado por Lady Holland, en un rasgo ejemplar, a la Real Academia de la Historia.

Bibliografía: Azcue Brea, Leticia, La escultura en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (catálogo y estudio), Madrid, 1994, 351-353; Maier Allende, Jorge, “Busto de Gaspar Melchor Jovellanos”, Tesoros de la Real Academia de la Historia, Madrid, 2001, 307 e ídem, “Gaspar Melchor de Jovellanos”, Corona y Arqueología en el siglo de las Luces, 2010, 462.


Texto procedente del Catálogo de la exposición Tesoros de la Real Academia de la Historia. 2001. Ficha escrita por Jorge Maier.